Tranquilidad y estabilidad serian dos adjetivos que resumirían bastante bien los primeros cuatro años de gobierno progresista y de coalición del que gozó el territorio valenciano. A pesar de que en el último momento algún "rifirrafe" no se pudo contener, en gran medida el primer gobierno de coalición valenciano saldó la gestión botànica ante el escenario, casi de crimen, que dejaron las anteriores legislativas populares. Y esto no es ninguna broma, ya que en anteriores declaraciones, la misma vicepresidenta y actual portavoz del Consell, Mónica Oltra, ha afirmado que en cuanto a dependencia "había infinitos expedientes sin registrar y por todas las partes de los despachos", afirmaba detallando que se los encontraron "desde cajones y hasta rincones con gran cantidad de polvo".
En cuanto a las tensiones, típicas en un gobierno de coalición, y hasta en un gobierno en solitario, el primer Botànic terminó sus andaduras con buena nota, con buenos resultados, y además, sin ningún problema más grande que debiera preocupar a su estabilidad ni a su credibilidad. No obstante, con las elecciones a la puerta de la esquina, estas uniones botànicas se empezaron a separar mucho antes de la disolución de les Corts, el comienzo de las elecciones así como que aún no había empezado ni la misma campaña electoral. De este modo, la primera discrepancia interna en el sí del Consell y en el mismo Botànic estallaron con el adelantamiento electoral, estrategia partidista que utilizó el mismo PSOE valenciano a singularizar el calendario electoral de la Comunitat Valenciana. Mientras Compromís hacia pública su discrepancia con su socio, ya que no existían "razones políticas" para una decisión que rompió la armonía entre ambos partidos. Y aquí está el quid de la cuestión. ¿Vienen las actuales discrepancias entre Oltra y Puig desde aquí?
Las buenas perspectivas electorales del PSOE para esa cita nacional animaron a Puig a hacer uso de la capacidad que tiene la Comunitat Valenciana, como nacionalidad histórica, de tener un calendario electoral propio así como de usar su calidad como presidente para omitir esa mayoría en el sí del Consell. Aquí la primera ruptura con Compromís.
No obstante, sin dejar mucho la vista hacia atrás, porque aún no hace ni dos años de este primer episodio, hoy en día las discrepancias han hecho saltar las alarmas, y es que lo que en anteriores veces resultaba un buen gobierno con estabilidad, consenso y unión, parece ser que ya no ha vuelto a ser como antes, y todo apunta a que la raíz de todas estas discrepancias y "rifirrafes" provienen de aquí.
Las actuales discrepancias se centran, nada más y nada menos, que en las restricciones y medidas sanitarias para frenar el efecto de contagios, incidencia y fallecidos por coronavirus. Medidas que son "muy poco restrictivas" para la vicepresidenta Oltra, y que Puig tilda de "provenientes de los expertos". No obstante, ni la curva, ni las cifras de contagios, ni de fallecidos se relajan.
Casi a mitad legislatura, o mejor aún, a solo un año y medio del inicio del segundo Botànic, ni las reuniones ni las ruedas de prensa son lo que eras, pues ya es normal que a la misma vicepresidenta se le pregunte por su relación, política, con Puig, y lo mismo viceversa. Llama la atención que hasta que todas estas discrepancias no han salido a la luz, el informe político de la relación entre los dos principales partidos de izquierda del panorama valenciano.
Ante este escenario tan extraño y candente, las tres fuerzas botànicas han decidido adelantar la reunión de seguimiento del pacto valenciano al próximo miércoles 2 de diciembre, sorpresa que se han llevado todos los fans e incluso hooligans de la política, ya que esta comisión de seguimiento no estaba prevista hasta finales del 2020 o principios del 2021. No obstante, según fuentes del partido socialista, los recientes tweets de la misma vicepresidenta, Mónica Oltra, en los que se demuestra una falta de consenso y un cierto malestar de la formación naranja valencianista, Compromís, con su socio de gobierno, "los tweets de Mónica no han precipitado nada. Ni esta reunión", afirman.