Opinió

¿Y ahora qué?

El pasado jueves 10 de septiembre acudimos a un hecho histórico en el Congreso de los Diputados. Histórico para el municipalismo porque conseguimos mantener nuestros ahorros y remanentes, los de nuestros ciudadanos, que tanto nos cuesta conseguir. E histórico para el Gobierno, por el ridículo espantoso que realizaron tanto la ministra Montero como el presidente de la FEMP, Abel Caballero.

Nos cansamos de repetir que, en este tiempo de pandemia, más que nunca, es necesario el consenso, es necesario el entendimiento, las propuestas, las mejoras, la coordinación, la información clara y transparente. Desgraciadamente, en cuanto salimos de las entidades locales, esta necesidad desaparece como el humo.

Pero volviendo al tema del decreto, este es el primer paso del municipalismo hacia la consecución de sus necesidades. Hemos sido la primera administración a pie de calle. Hemos asumido competencias que no son nuestras, atendido a toda la ciudadanía en la medida de lo posible, como hemos podido. Estamos al borde del colapso. Es una realidad que la mayoría de ayuntamientos hemos realizado un esfuerzo extraordinario para llegar donde las administraciones superiores no han llegado. Y ya necesitamos ayuda.

Es necesario un fondo que cubra los gastos extraordinarios derivados de la pandemia, como el aumento de desinfección, el aumento de atención domiciliaria a dependientes (si, lo hacemos los ayuntamientos), el aumento de las ayudas de emergencia social, la adaptación del espacio público, limpiezas extras de colegios, adaptación de instalaciones deportivas, medidas de seguridad en actividades extraescolares, ayuda a la gestión del ingreso mínimo vital, valoraciones de dependencia extraordinarias… Todos estos gastos los hemos cubierto con nuestros fondos y con nuestro personal los ayuntamientos, y necesitamos de forma urgente ayuda económica y material.

Es necesario un plan real de recuperación económica a nivel autonómico y nacional. Es necesario el fomento de políticas de empleo y de programas de formación y ocupación a personas desempleadas por la pandemia. Es necesario un plan de formación en digitalización para toda la ciudadanía, con el objetivo de acelerar los trámites administrativos que tengan que realizar. Es necesario un refuerzo real del sistema sanitario, sobre todo de la atención primaria, para un buen servicio. Y así muchas otras cosas que día a día vamos descubriendo.

Si en las manos de los ayuntamientos estuviese, estoy seguro que muchas de estas medidas ya se habrían llevado a cabo. Las administraciones autonómica y nacional deben ponerse a trabajar ya en estos planes y proyectos. Son los problemas reales de los españoles. Su buena solución será el signo de la recuperación de España.

Eduardo Grau GascóPortavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Alfafar