Opinió

Crónica de una muerte anunciada

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Un año antes de ganar el premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez publicaba ‘Crónica de una muerte anunciada’. Una obra que tras el esplendor del premio literario ganó en notoriedad pese a tratarse de una novela corta. Como corta ha sido la trayectoria del socialista Jorge Rodríguez al frente de la Diputación de Valencia. No ha llegado ni a los tres años de legislatura.

El pasado 27 de junio era detenido junto a su núcleo duro de asesores y los dos cogerentes de la empresa Divalterra. Cinco días después, tras más de un amago de aguantar, Rodríguez presentaba su dimisión como presidente de la Diputación de Valencia mientras se atrincheraba, con la permisividad de su partido, en su acta de concejal en el Ayuntamiento de Ontinyent.

Mientras escribo estas líneas, en la Diputación de Valencia seguimos sin tener siquiera convocado el pleno para dar cuenta de la dimisión de Jorge Rodríguez. La institución provincial sigue en estado de shock en parte gracias a la inacción de la presidenta en funciones, Mª José Amigó, que al frente de Compromís sigue sin ser capaz de tomar una sola decisión y mucho menos firmar algún documento.

Precisamente en mi último artículo señalaba que la política española se mueve a la velocidad del rayo, en el caso de la Diputación de Valencia las detenciones y la investigación judicial a los seis cargos socialistas y de Compromís, han precipitado un auténtico tsunami.

Desgraciadamente al Grupo Popular de la Diputación estos desagradables hechos no le han pillado por sorpresa. Los lectores de Valencia Extra son testigos que en estos casi tres años, desde esta misma tribuna, llevamos denunciando las irregularidades que hoy se investigan en un juzgado.

Siempre hemos mantenido que la irregularidades que ya provocaron el cese de dos cogerentes socialistas de Divalterra eran la punta del iceberg de la investigación y que había mucho que mirar en las irregularidades de ciertos contratos.

Desde 2016 hemos presentado denuncias ante fiscalía y la Inspección Provincial de Trabajo por presunta administración desleal, malversación y prevaricación en la gestión de la entidad pública. Además, somos el único partido que, antes las irregularidades detectadas, solicitó una Asamblea Extraordinaria para que Jorge Rodríguez diera explicaciones ante las irregularidades de su gestión en Divalterra.

Y ¿qué respuesta ha habido por parte del PSPV y Compromís ante esta situación? Pues burlarse de todos los valencianos, porque casi dos semanas después de las detenciones, algunos investigados siguen ocupando sus cargos en la Diputación y cobrando sus sueldos, por cobrar hasta Jorge Rodríguez sigue cobrando como diputado.

Las formaciones que antes reclamaban contundencia y medidas ejemplarizantes al Partido Popular, están demostrando un cinismo sin límites cuando la presunta corrupción les afecta de pleno.

Sufren una amnesia interesada que les impide cesar fulminantemente a todos los investigados tal y cómo exigieron al PP en su momento. Les recuerdo que nuestro partido firmó el cese a los asesores de la Diputación detenidos en la OperaciónTaula el mismo día de la detención.

Aquellos que venían a levantar la hipoteca reputacional han dañado y siguen dañando con su comportamiento la imagen de la institución provincial cada día que pasa sin tomar las medidas firmes que antes reclamaban.

‘Crónica de una muerte anunciada’ pese a ser una novela corta, sigue siendo una de las obras más conocidas y apreciadas por su calidad literaria. El paso de socialistas y Compromís por la Diputación será ya recordado por otros motivos.

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