La Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS) de la Policía Local de València interviene en más de veinte puntos de la ciudad para evitar los botellones y las molestias que provocan a los vecinos y al barrio, tal y como ha presentado el cuerpo en un informe.
Por un lado, la Policía Local de València tiene dispositivos de intervención específica con vigilancia permanente. El más importante de ellos es el de las inmediaciones de la discoteca "Cream" en el barrio de la Cruz Cubierta, en el además de prevenir el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, se previene de reyertas y conducción bajo los efectos del alcohol desde las 22 horas hasta las 6 de la madrugada para "mejorar la seguridad y convivencia" entre los vecinos.
En este barrio, además, las actuaciones se centran en prevenir y evitar la contaminación acústica y perseguir actos vandálicos, así como de inspeccionar establecimientos públicos o actividades recreativas, sobre todo en "Cream", con la que los agentes trabajan para reducir la conflictividad con el vecindario.
La Plaza de Benimaclet es otro de los lugares en los que la Policía ha dado el golpe desde octubre de 2017, así como en sus calles colindantes y en el solar de la calle Lliri Blau. En este caso, el cuerpo destaca que se han reducido "notablemente" las reclamaciones vecinales y la concentración de personas en la zona.
Por otro lado, las denuncias de los residentes del barrio de Ruzafa también se han traducido en la intervención de la policía en las calles Cádiz, Filipinas, Gran Vía Germanías y Los Centelles, donde se actúa para evitar el comportamiento incívico, las concentraciones de gente y las molestias por la proliferación de locales de ocio, sobre todo durante los fines de semana.
Además, otro de los puntos donde se combate el botellón es la zona del paseo Marítimo, donde se encuentra la discoteca "Akuarela". Así, los agentes preservan principalmente las dársenas traseras del Hospital de la Malvarrosa con vallas para evitar molestias a los pacientes e intervienen frente al establecimiento y el solar próximo a Bloques de Astillero y Eugenia Viñes.
Asimismo, existen dos lugares en los que la vigilancia es discrecional: las ZAS (Zona Acústica Saturada) del Barrio del Carmen y de Juasn Llorens.
Zonas con intervención discrecional
La Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS) de la Policía Local también ha marcado otros lugares en el mapa de la ciudad donde interviene de forma discrecional y circunstancial, "en atención a los requerimientos y necesidades del servicio".Un ejemplo de ello es el de las calles que rodean "Deseo 54", en el que se actúa en los jardines de las calles Ruaya y Milagrosa. Según destaca el informe, esta es una zona en la que se trabaja de forma intensa en las últimas fechas debido a la mayor incidencia y volumen de las personas que acuden a estas inmediaciones.
La vigilancia en los jardines también es la que se lleva a cabo en la Plaza del Cedro, así como en el área que comprendida entre las calles Doctor Manuel Candela, Campoamor, Impresor Lambert Palmar y la Avenida de Blasco Ibáñez.
También hay agentes que controlan las vías Periodista Ros Belda, la Plaza de Honduras, las inmediaciones de los locales "Rumbo" y "La 3" de Blasco Ibáñez, "donde se ha detectado la presencia masiva de jóvenes", la Antigua Senda de Senent en el Paseo de la Alameda, Polo y Peylorón, Eolo, el Paseo Neptuno y Padre Porta y Juan Verdeguer. Además, existe vigilancia en la Plaza de España, Profesor López Piñero, Bombero R. Duart, Gaspar Aguilar, la Marina Real y la Plaza de la Virgen, entre otras.
Mayor número de intervenciones
Anaïs Menguzzato, concejala de Protección Ciudadana, ha destacado un aumento de la cifra de identificaciones y pruebas de alcoholemia durante 2018 en comparación con los años anteriores. Así, mientras que en 2017 se produjeron 1.119 de las primeras, fueron 6.451 en 2018, lo que supone un crecimiento del 476%. En cuanto a las segundas, se registraron 91 en 2017 y 263 en 2018, por lo que el número de actuaciones creció un 189%.Según Menguzzato, el número de intervenciones en zonas problemáticas de botellón, entre 2015 y 2018, “muestra los beneficios de contar con un dispositivo especializado como la UCOS, pues se observa un aumento de la vigilancia, intervención y atención a las denuncias de la ciudadanía al respecto en el último año en comparación con los anteriores, cuando todavía no se había establecido este equipo”.
La UCOS se estableció en 2017 y continuó los trabajos que realizó hasta entonces el ya extinto Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad (GOES). Los datos recopilados hasta octubre del año pasado los recopiló esta última sección.