Chufa, un superalimento para descubrir

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A pesar de ser un alimento milenario originario de Egipto, las chufas son unos tubérculos típicos del Mediterráneo. Más allá de la tradicional horchata de chufa valenciana, en que el cultivo está protegido bajo la denominación de origen Chufa de Valencia, estas bolitas son también fuente nutricional de minerales, vitaminas y antioxidantes que lo han convertido en un superaliment versátil gracias a todos los derivados de este producto, como la harina de chufa, aceite de chufa o como fruto pelado.

Como tubérculos, las chufas son fuente de energía proveniente de azúcares complejos que se liberan de manera estable, cosa que beneficia a nuestro intestino y también a los niveles de azúcar en sangre. Destacan también por su alto contenido en fibra, beneficiosa para regular el tránsito intestinal de manera natural. Así mismo, las chufas son una fuente inagotable de proteína vegetal con alto poder nutritivo, que se traduce en una menor incidencia de grasa y colesterol, así como un potente antioxidante que elimina toxinas. Además, al tratarse de un producto de origen vegetal, la leche de chufa puede ser un sustituto perfecto de la leche de vaca para vegans e intolerantes a la lactosa.

En cuanto a minerales, la chufa destaca por sus altas cantidades de magnesio, que contribuye al buen funcionamiento de varias partes del organismo como las interacciones bioquímicas, previene la aparición de infecciones y aporta energía; y potasio, útil para controlar la presión arterial y mantener un buen sistema cardiovascular. Además, también es una importante fuente de fósforo, hierro y calcio. Por otro lado, las vitaminas @E y C son las que más destacan en su contenido y esto significa, sobre todo, el mantenimiento del sistema inmunológico fuerte ante virus y bacterias y la prevención de los daños de los radicales libres.

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