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La unión hace la fuerza en la Baronia

Alfara y Algímia se fusionan en el nuevo Club de Pilota la Baronia con el impulso de Raúl Herrera y la colaboración de la exárbitro de fútbol Mateu Lahoz

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Jugadores del Club de la Baronia - Volea

Que la unión hace la fuerza pocos lo pueden discutir. Sobre todo en la pilota. Pero, a veces, cuando más cerca y más fácil parece, más lejos y más difícil está el hecho de verlo claro. Ha ocurrido con Alfara de la Baronía (540 habitantes) y Algimia de Alfara (1.020 habitantes), en el Camp de Morvedre. Dos municipios vecinos y hermanos condenados a compartir una productiva cantera de jugadores y jugadoras y una importante afición por la vaqueta. Ahora, después de una década enfrentándose en la cancha, las escuelas de pilota de las dos localidades se han fusionado en una nueva entidad, un nuevo club, que servirá para optimizar recursos y reforzar la presencia de la pelota en los dos pueblos. El flamante club de la Baronia nace para demostrar la fuerza de la unión.

Raúl Herrera, exjugador y técnico, es el principal responsable de este hito. Que hoy en día alrededor de medio centenar de niños y niñas practique la pilota en Alfara y Algímia es, en gran parte, culpa suya. Con él, que ha sido monitor de las dos escuelas de pilota mientras han estado separadas y que ahora se encuentra al frente de la nueva entidad, los alumnos del club de la Baronia están preparados para competir a todas las modalidades, convirtiéndose en uno de los principales pilares de la pilota a la comarca.

Presentación del Club de la Baronia - Volea


De la mano de Raúl echó a andar la escuela de Alfara, allá por 2003. Tenía poco más de 30 años, venía de ser profesional y el futuro era incierto. Pero tan importante es saber jugar como difícil saber enseñar. Del trabajo de Raúl han salido jugadores como José Salvador, Jesús Sáiz, David Lostado, Javi Font… Un río de pelotaris que continúa manando, ahora también en versión femenina, con jugadoras como Marina Lostado. Ahora bien, aquellos principios no fueron fáciles, sobre todo por la carencia de instalaciones. El frontón municipal fue el refugio donde los más pequeños se iniciaron en la práctica de casi todas las modalidades. La construcción en 2012 del trinquet de Algímia y la puesta en marcha de su propia escuela, también con Raúl a los mandos, lo cambió todo. La nueva cancha cubierta abrió un abanico de posibilidades enorme para los niños y niñas de la zona. Si en un inicio las dos escuelas y los dos clubes aceptaron compartir el espacio, ahora han decidido compartir el alma.

Y así ha sido cómo, en unos veinte años, la situación de la pilota se ha cambiado en estos dos municipios del Camp de Morvedre. Ha sido posible gracias a Raúl, este año premiado por la Federació de Pilota Valenciana como mejor entrenador de todas las modalidades después de la votación de sus compañeros, y también gracias a personas que han puesto su granito de arena en un papel más secundario pero igual de trascendente. Uno de ellos es Josep Terrades, alcalde de Alfara quién, en su momento, animó a Raúl a dar el paso de montar la escuela de pilota. Su idea y su propuesta fueron el embrión que ahora se ha convertido en una realidad. Como también ha sido decisiva, de una manera clave, la colaboración del popular exárbitro de fútbol Mateu Lahoz. Matáis, amigo de Raúl, va intermediar para que la unión de las dos escuelas de pilota pudiera completarse, poniendo de acuerdo todos los protagonistas implicados en los dos pueblos. Una cuestión más compleja que arbitrar un partido de Liga de Campeones. Su figura, respetada por todos, ha sido determinante para que el proyecto de fusión saliera adelante.

Con todo, el presente y el futuro de la Baronía es más que prometedor. Con dos escuelas de pelota convertidas en una, con un club nutrido de jóvenes jugadores y jugadoras acostumbrados a competir en todas las modalidades, con un trinquet cubierto y un técnico de reconocido prestigio encabezando esta nueva estructura, ya no queda ninguna duda que la unión hace la fuerza. En la Baronia, la unión de la pilota es una fuerza imparable.