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Sanchis: "Pensé que perdía el dedo y no jugaría más"

El mitger de Montesa vuelve este sábado al trinquet profesional después de 14 meses recuperándose de una dolorosa lesión en una mano

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Jaume Sanchis vuelve al trinquet profesional el sábado en La Llosa de Ranes - Funpival

En el raspall profesional, las molestias en las manos son el pan de cada día. Aún así, Jaume Sanchis (Montesa, 29 años) empezó a extrañarse cuando perdió la sensibilidad del dedo pequeño de su mano izquierda en plena Liga. Poco después, la sorpresa se convirtió en alarma debido al intenso dolor en la zona afectada. Eso no era nada normal. El poderoso mitger no sabía, en esos momentos, que sufría una grave lesión y que corría el riesgo de perder el dedo por una necrosis. Hoy, 14 meses después de la angustia de aquellos días, Sanchis se prepara para reaparecer en el trinquet profesional. Será este sábado, en la Llosa de Ranes, ante su familia y sus amigos, con todos los dedos de la mano, y con la bolsa cargada de la ilusión de un debutante.
 

¿Estás nervioso?

Excepto en finales y momento puntuales, en la pilota no he tenido nunca nervios. Más que nervios, sí que tengo la sensación de que volveré a hacer cosas que hace mucho que no hago y quiero ver cómo va, cómo responde el dedo. Noto más preocupación por saber cómo irá todo, que no nervios.
 

Han pasado 14 meses sin jugar. ¿Cómo se lleva tanto de tiempo fuera del trinquete?

Al principio mal, porque vi que me arrancaban el dedo. Me olvidé de la pilota, pensé que perdía el dedo y no jugaría más. El médico me dijo que no tendría que jugar más. Fueron meses que no podía ni meter la mano en el bolsillo, porque cualquier movimiento, cualquier contacto con el dedo era una agonía. En esos momentos no se me pasaba por la cabeza jugar o hacer cualquier cosa parecida a enrollarme las manos con un dedal. Los primeros cinco meses fueron de preocupación por que todo fuera bien y no me volara el dedo. Después, superada esa fase, ya noté mejoría. Fui al médico, el doctor Miguel Ángel Buil, me hizo una limpieza y me recetó una medicación que me hizo mejorar mucho. Después, con la Mutua y los fisios ya fue esperar que la herida cicatrizara. Costó mucho, porque a la sangre le cuesta llegar a esa parte del cuerpo. Costó meses que la carne necrosada desapareciera.
 

Pero, ¿qué te pasó?

Fue un trombo en el dedo. No dejaba pasar la sangre y el dedo fue necrosándose desde la uña hacia abajo. La imagen era penosa. Pensaba que me volaba el dedo. El médico me dijo que si hubiera tardado dos semanas más a ir a la consulta... El caso es que yo empecé la Liga de 2022. En enero jugué tres partidas, en febrero otras tres, y a la cuarta ya no podía. Tuve que parar. No me notaba al dedo. No paré antes porque siempre piensas que es una sentada, que pierdes sensibilidad por un golpe pero que después la recuperas... Estas cosas. Pero, hubo un momento que pasé de no sentir el dedo a notar un dolor brutal. No podía tocar el dedo en tierra. Jugar era imposible.
 

Llegas al médico, le explicas el que te pasa y que eres pilotari. ¿Y qué te dice?

Que, si fuera por él, no volvería a jugar nunca más a pilota. Después, según la evolución del dedo ya ha ido matizando, pero es que a primera vista el aspecto del dedo era muy negativo. Era un tema vascular y no se podía arriesgar.
 

Y con todo esto que has pasado, ¿en qué momento has decidido volver a jugar?

Hará unos tres o cuatro meses. Veía que podía jugar a pàdel, iba al frontón y peloteba un poco... A los que nos gusta la pilota no podemos evitarlo. Al trinquet no podía ir, porque la gente que me veía todo era preguntarme para cuándo volvería. El caso es que decidí, hace unos tres o cuatro meses, que cuando acabara el frío intentaría volver. Y aquí estamos.
 

¿Qué te dicen la familia y los amigos?

La familia siempre me apoya en todo el que hago. Siempre me ayuda. A los amigos, tengo un grupo de 15 o 20, les di una alegría muy grande. El sábado estarán allí en la partida.

 

Sanchis, en el centro, campeón de la Liga en 2016 con Ricard y Roberto - Funpival


 

Es que, además de la lesión de la mano, venías de otra en el hombro. Mentalmente, ¿cómo se afronta esto?

Mentalmente, dije: "vale, ahí está el toro y hay que echarse encima de él y pararlo". Sin prisa, pero sin parar. Evidentemente, desligándome del mundo profesional. Fue duro, pero normal. Acabé contrato y, evidentemente, no renové. Era comprensible. Hasta la baja, la Fundació por la Pilota Valenciana se portó de lujo conmigo. Siempre han estado ahí para cualquier problema y tengo que darles las gracias.
 

¿Y ahora qué? ¿Cuál es el objetivo?

Voy a jugar, a ver las sensaciones en estas partidas. No sé cómo puedo estar. Estoy seguro que, si todo va bien, de aquí a poco podría jugar segundas partidas más flojas y, despacio, volver a estar ahí. Quién sabe si podría volver a estar en un campeonato profesional. Mi objetivo sería volver a una Copa, una Liga, un trofeo de la Fundació. ¿Por qué no? Pero para llegar ahí primero tienen que pasar muchas cosas.
 

Es cómo empezar de cero, cómo volver a debutar. ¿Vale la pena?

A mí sí, porque me gusta la pilota a un nivel que no se puede describir. Estoy seguro que si vuelvo a un nivel parecido al que tenía habrá valido la pena. Y si no, por intentarlo no habrá sido. Lo más importante será disfrutarlo, después de todo lo que ha pasado.
 

¿En ningún momento pensaste al dejarlo estar?

En muchos. Cuando no podía mover el dedo estaba convencido que no jugaría más, porque no quería perder el dedo. Después de hablar con los médicos y sabiendo que protegiendo bien el dedo no tendría que volver a pasar nada, vi que podía volver. Ahora será crucial la protección de las manos.