Roberto Monrabal Percha "Monrabal II" (Vilamarxant, 32 años) es el ave Fènix del trinquet. De las cenizas de su retirada en 2021 renace el campeón de la Liga 2 en 2022 (junto a José Salvador) y el semifinalista de la Liga CaixaBank de escala i corda 2023. No es suficiente. Monrabal II quiere volar todavía más alto. A sólo un paso de su quinta final de la Liga, el punter del equipo de Montserrat, en compañía de Marc y Pere, afronta la vuelta de las semifinales de la competición, el sábado en el trinquet de Pedreguer, con ilusión pero con los pies en tierra. La victoria en la ida ante Puchol II, Álvaro e Hilari (60-45) ayuda, pero no es definitiva.
Después de la victoria en la Pobla de Vallbona, ¿se afronta una partida cómo la del sábado algo más tranquilo?
Un poco más tranquilo sí, pero la realidad es que hay que ganar otra vez, porque el tanteo de la partida de la Pobla de Vallbona no vale para nada. Hay que ir a morir otra vez. Sí que es cierto que tenemos el salvavidas de la prórroga, pero no nos gustaría nada ir al desempate.
Has vivido diferentes modelos de semifinales, ¿te gusta este sistema de tener que ganar las dos partidas de las semifinales?
He jugado semifinales a partida única, a diferencia de juegos y ahora también este modelo de dos victorias con prórroga. Creo que este es el peor sistema. No me acaba de gustar. La gente no entiende que tengas que ganar las dos partidas. Yo lo haría a tres partidas o a diferencia de tanteo. Entiendo que si pasa como ha pasado en el otra semifinal y un equipo se queda en 25 tantos en la ida, la segunda partida sea poco atractiva. Por eso, yo iría al formato de tres partidas.
¿Qué hicisteis bien en la Pobla de Vallbona para ganar de manera tan convincente?
Hicimos lo que hemos hecho durante la segunda fase de la Liga. Nos hemos acoplado como un equipo sólido, sin casi fisuras. La clave de la partida está en Pere. Si tenemos a Pere a un nivel cómo el del sábado... Es uno de los mtigers que marca la diferencia, por la pegada, por todo el que se mueve en la cancha. Y después Marc no yerra ninguna pelota. Yo, delante, no hago muchos fallos. Igual no hago muchos quinzes, pero aporto solidez. El resumen es que si Pere le pega, cerramos los quinzes.
¿Esto lo podréis exportar al trinquet de Pedreguer?
Pedreguer y la Pobla no tienen nada que ver. Por las dimensiones y porque Pedreguer tiene un "handicap" muy grande: la llotgeta. Parece que es muy grande, pero si no la pones dentro puede ser una caja de cerillas. A mí me gusta el trinquet, Pere juega en casa... Pero es una semifinal y entran en juego otros factores como los nervios, la afición, el ambiente que se vivirá en el trinquet... Pueden pasar muchas cosas. En nuestro caso, estamos pegando mucho más que jugando técnico a meterla en el palco. Así llevamos una dinámica muy positiva, que es la de marcar el ritmo desde el principio. Esto es el que intentaremos hacer el sábado.
¿Qué Puchol II te esperas?
Ellos bordaron la primera fase, pero en la segunda creo que empezaron con las dudas habituales, los de pagar la falta de experiencia de Álvaro jugando en el medio. Parecen unas partidas normales, pero en las partidas de semifinales de la Liga todas las dudas que puedas tener te llevan a hacer más errores de las que tienes que hacer. Y ahí está la clave de este tipo de partidas. Puchol II, como número uno que es, saldrá a ganar la partida, pero nos da igual lo que hagan los otros equipos. Si damos el nivel que estamos demostrando no nos pueden ganar.
¿Te ves en la final?
Hasta que no jugamos el sábado no se puede decir nada, pero ¿por qué no? ¿Por qué no una segunda partida cómo la primera? Ellos tienen ahora más presión porque van a Pedreguer sin paracaídas.
Si Marc y Pere son los pegadors, ¿qué cosas aporta Monrabal II al equipo?
Ellos son muy temperamentales, tienen mucho carácter. Yo aporto más esa calma, saber parar la partida, leerla, ver y tranquilizar, dar confianza. Me gusta apartarme, aunque me venga buena la pelota, si sé que la va a jugar mejor el compañero. Aporto ese nexo de unión. Ellos dos vienen de jugar bien campeonatos juntos, pero a veces en momentos puntuales o clave hace falta un punto de calma que a mí me gusta aportar. Si no soy muy pesado, creo que a ellos les viene bien que los dirija un poco.
Has sido campeón de la Liga en dos temporadas (2014 y 2017) y finalista en otras dos (2015 y 2019), ¿qué crees que necesita un equipo para poder ganar el título?
Lo más importante, ser un equipo, más allá de cualquier individualidad. Ganar la Liga pasa para ser una familia. La convivencia de cada día, de hablar por WhatsApp, de hacer bromas... Estar juntos es la clave de todas las ligas que yo he vivido. Desde la primera que gano con Ismael y Javi, a la que gano con Rodri y Félix, pasando por las otras en las cuales he estado en la final. La clave, siempre, era ser un equipo y no tres jugadores.
Esta Liga debe de tener para ti un sabor especial para ser la primera desde tu vuelta a la pilota profesional después de la retirada en 2021...
Decidí dejar la pelota para dedicarme más a mi vida profesional y mi familia. La pelota no me ofrecía la estabilidad que necesitaba. Un año de transición del cual vuelvo y me encuentro con algunas oportunidades. Gano la Liga 2 con José Salvador y en el mundo aficionado, gracias al equipo de Quart de les Valls y de su gente, recupero la ilusión para jugar a pilota. Con todo esto y con la opción de combinarlo con el trabajo, vuelvo al mundo profesional. Empiezan, poco a poco a volver a contar conmigo y esta Liga es el primer gran campeonato después del parón. Es muy importante para mí, y más estando tan cerca de poder jugar la final. Estoy muy satisfecho.
Y en paralelo, jugando de medianero en la Liga 2...
Es extraño, porque es un cambio de posición, de pelotas, de ritmo... Se hace complicado. Me gustaría jugar en medio, pero sé que a la punta puedo marcar diferencias. Y me gusta mandar, me gusta ferir, me gusta ser protagonista a la punta y dirigir el equipo. Ahora bien, mi ilusión es jugar en medio.
Con 32 años, ¿ese reto de jugar en medio todavía lo mantienes?
No me gustaría quedarme al jugar a la punta, pero cada vez me importa menos. Ahora quiero disfrutar los años que me quedan jugando a pilota, los años que sean. Claro que me gustaría jugar en medio. El que pasa es que siempre he tenido la sensación que he tenido que hacer más méritos, de ganar más que otros para poder estar ahí. En el camino estoy.