Las ganas de jugar pueden con todo. Incluso con la soledad. Por eso, hace sólo unos años, con el trinquet totalmente vacío, Juan feria, corría y hacía el dau. Quería jugar, pero estaba solo. La historia de Juan Talavera, como la otros enamorados de la pilota que no se cansan de perseguir sueños, es la historia del club y la escuela de pilota de Guadassuar. La historia de una recuperación, de una reconstrucción, que está fortaleciendo la afición por el deporte de los valencianos en este municipio de la Ribera. Un pueblo con uno de los trinquets más emblemáticos del circuito profesional, un clásico desde los años 70, pero sin una estructura sólida para los aficionados, para los niños y las niñas con ganas de jugar. Como las de Juan cuando feria, corría y hacía el dau.
Juan fue uno de los muchos niños que, a finales de los años 90, se introdujo en la pilota gracias al trinquet y la nueva escuela de Javier Machí, un pelotari profesional del pueblo que congregó más de una cincuentena de niños dispuestos a aprender todos los secretos de la vaqueta. "En solo un año todo aquello se deterioró mucho y me quedé prácticamente solo en la escuela. Un poco más tarde, una cuadrilla de tres o cuatro fuimos a casa del Xato, un hombre mayor que había sido también jugador, para que nos entrenara. El hombre, con sus capacidades, hizo el que pudo. Me quedé solo. Con 15 años, cuando pude, me apunté en escuelas de tecnificación y a partir de ahí a jugar yo solo", explica Talavera, quién vio como los compañeros y amigos del pueblo con los cuales poder jugar iban separándose del trinquet.
Pero las ganas de jugar pueden con todo. Así que Juan siguió. Fue campeón autonómico de escala i corda y su nombre empezó a anunciarse. Aun así, con 24 años sufrió una lesión en el hombro y tuvo que parar. Ahora bien, a veces, un paso atrás sirve para coger impulso. "Me planteé que en Guadassuar no había ninguna estructura para la pilota desde hacía quince años y que yo podía compatibilizar mis estudios, que estaban relacionados, con fundar una escuela de pilota en el municipio", cuenta Juan. Era noviembre de 2013 y todo estaba por hacer. "Empezamos a trabajar en las escuelas del pueblo, la juventud… Queríamos que la pilota estuviera más presente en el pueblo. En el inicio eramos cuatro niños. En el momento que llegó la Covid-19 éramos 54 alumnos en la escuela", relata Talavera. "Ahora hay una buena estructura del club, personas muy implicadas, mucha gente vinculada a la junta, y hay muchas reuniones, muchas propuestas…", señala el representante de la entidad pilotaria.
El siguiente paso adelante del club y la escuela de Guadassuar pasa por el trinquete. El Nuevo Trinquete Municipal de Guadassuar. Y es que en los últimos meses el ayuntamiento del pueblo apostó para quedarse con la propiedad del recinto, hasta ese momento una cancha privada. Esto abre las puertas a una nueva dimensión. "La pilota es ya un deporte más de Guadassuar y esto nos hace sentir muy bien. Hasta el año pasado (2022) estábamos en inferioridad de condiciones porque no disponíamos de una instalación municipal para la pilota. La lucha de los últimos diez años del club ha sido conseguir esa infraestructura. El gestor del trinquet, Daniel Ribera, siempre se ha llevado muy bien con nosotros, siempre nos ha cedido la instalación de manera desinteresada, y nosotros sólo teníamos que hacer frente al coste de la luz, pero esto era ya inasumible para nosotros", relata Talavera, quien trabaja de la mano de las instituciones locales para mejorar las condiciones de la cancha. Entre otros cosas, se pretende condicionar los vestuarios, mejorar la accesibilidad, las luces, los paneles del techo… Es decir, renovar el esqueleto de un trinquet que es el estandarte de la pilota en Guadassuar. "Ahora el trinquet tiene plena actividad de lunes a domingo. El único día que la escuela y el club no tienen actividad es el miércoles, que queda para las partidas profesionales, una buena referencia para el alumnado de la escuela", concluye Talavera.
Para los enamorados de la pilota que persiguen sueños, las ganas de jugar pueden con todo.