El Gobierno valenciano investigará una residencia de Llíria tras publicarse un video de malos tratos

Ha sigut una pròpia extreballadora qui ha filtrat les imatges

Guardar

Una extrabajadora del centro denuncia las deplorables condiciones en las que viven los ancianos de una residencia de Llíria, València. Lo ha hecho con un vídeo que grabó hace a penas 15 días, donde en las crueles imágenes a las que ha tenido Informativos Telecinco, aparecen personas mayores extremadamente delgadas, que sufren problemas neurológicos, con heridas abiertas, sentadas durante horas en sillas donde tienen que comer solos, con el riesgo que eso supone. De momento, el gobierno valenciano ha adelantado que va a abrir una investigación para determinar si las escenas grabadas constituyen delitos de desatención y maltrato. Desde el centro no han querido hacer ninguna declaración.

Ha sido la propia extrabajadora de la residencia DomusVI de Llíria quien ha querido evitar que este tipo de situaciones sigan repitiéndose. Las imágenes muestran como los ancianos no reciben la ayuda necesaria para poder desarrollar acciones, tan básicas, como comer, o pedir ayuda a alguno de los trabajadores del centro. Nadie acude a socorrerles. Esto último le ocurre a un hombre que se desploma de la cama y queda tendido en el suelo durante varios minutos sin que nadie le haga caso.

El Gobierno valenciano ha anunciado que llevarán las imágenes ante la Fiscalía para conocer si estos hechos son constitutivos de un delito de malos tratos.

"Se pasan horas y horas sentados en sillas. Ahí desayunan, comen y cenan, sin que nadie les preste atención", cuenta la ex trabajadora, que añade que "están famélicos, extremadamente delgados por la falta de atención a la que están sometidos".

Junto a los vídeos, Informativos Telecinco ha tenido acceso a fotos en las que se ve a diferentes ancianos con puntos de sutura en la cabeza y fuertes moratones en la cara y otras partes del cuerpo provocados como consecuencia de las caídas que sufren.

Las imágenes fueron grabadas con un teléfono móvil, a pesar de que desde la dirección de la residencia se había prohibido a los trabajadores acceder con los móviles a las zonas donde se encuentran los ancianos. "Yo me tenía que esconder el teléfono en la ropa interior para poder grabar lo que pasa allí dentro y denunciarlo", explica la mujer.La residencia donde han sido grabadas las imágenes cuenta con 151 plazas para ancianos, de las que 35 están concertadas y por las que reciben subvenciones de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Desde Informativos Telecinco se han puesto en contacto con la residencia para tratar de obtener una explicación a las duras imágenes grabadas de la desatención que sufren los ancianos. Por el momento, los responsables del centro han declinado dar su versión sobre los hechos.

Destacados