La Comunidad Valenciana es una de las que más riqueza musical posee gracias a sus bandas de música, orquestas y solistas, pero en ello no se quedan atrás compositores como Vicente Ortiz Gimeno. El joven de la Vall d'Uixó tiene una gran carrera en el mundo de la música al obtener el Título Superior de Música en la especialidad de Clarinete en el Conservatorio Superior de Castellón y especializarse en Composición Audiovisual y Dirección de Orquesta en Berklee College of Boston gracias a una beca. El reflejo está en todas sus composiciones sinfónicas y en su participación como Compositor Adicional en Tadeo Jones 2, Los Minions, Isabel u Hombre de Fe. Asimismo, destaca como Compositor Principal en Cuerpo de Élite, La Tribu, Lo que escondían sus ojos y El día de mañana. Su esfuerzo se recompensa hoy en el Certamen Internacional de Bandas de Música Ciutat de València, donde Un deber de amor es la obra obligada de la Segunda Sección.
P:¿Qué significa la música para ti?
R: Más que una profesión, es una forma de vida. Es el entorno donde crecí y mi día a día, ya que mi padre también es músico y la verdad es que es muy bonito estar rodeado de esta disciplina artística y que además aporta muchísimo.
¿En qué te inspiras para componer?
Hay una gran diferencia en la música que se compone para películas y series y las obras para concierto. En el caso de la música para cine y televisión, a priori parece más fácil porque la estructura, la narración y todo el discurso viene dado por el propio argumento del proyecto, así que ya sabes por donde comenzar. Sin embargo, en la música de concierto el proceso es mucho más creativo y artístico porque se parte de un lienzo en blanco mucho más grande donde construir. En este caso trato de buscar inspiración y de crear discursos entorno a obras literarias o relatos históricos que ayuden a construir el discurso musical.
"Los compositores queremos aportar más información con la banda sonora y crear, incluso, un personaje más"
¿Qué crees que aporta la música en una producción audiovisual?
Supongo que todos los compositores queremos aportar información, crear incluso un personaje más en algunas ocasiones o complementar el argumento con más datos para que el público comprenda los personajes o las situaciones de una manera determinada, con un refuerzo del argumento. La música también puede preparar futuros cambios de guión, que es lo que piden los directores a los compositores.
Has sido Compositor Adicional de las bandas sonoras de Isabel (TVE), Tadeo Jones 2, Los Minions y Makers: Women Who Make America, entre otras muchas . ¿Con qué te quedas de los compositores principales?
Aprendes de todo. Por ejemplo, recursos técnicos, creativos, cómo enfrentarse a un proyecto grande siendo el responsable máximo del departamento musical, ser eficiente en el trabajo, o a saber rodearse de un equipo creativo que haga que la calidad y el interés de la música sea mayor. A veces, incluso, también aprendo lo contrario. Es decir, me quedo con lo que no me quiero convertir o con lo que quiero evitar.
De todas tus obras para producciones audiovisuales como Compositor Principal (Lo que escondían sus ojos, la película y serie Cuerpo de Élite, El día de mañana y La Tribu) y de las sinfónicas, ¿de cuál te sientes más orgulloso?
Pues yo creo que de la banda sonora de Cuerpo de Élite, probablemente porque es la primera más grande que hice en España y le tengo un cariño especial. En cuanto a las obras sinfónicas también están 8 de febrer, que se la dediqué a mis padres en su 25 aniversario de bodas, y Balan fô, concierto para marimba y banda, que la compuse para mi hermano.
Ahora que vas a estar dentro del Certamen Internacional de Bandas de Música Ciutat de València, ¿cómo definirías Un deber de amor?
Es una obra que surge porque se convocó un concurso de composiciónn en Castuera (Extremadura) que debía inspirarse en la vida de Miguel Hernández para rememorar el centenario de su nacimiento, entonces la dividí en tres etapas fundamentales.
La primera parte se centra en su etapa en la guerra, en todas las dificultades que tuvo en la Guerra Civil. En la segunda parte, más lenta y apasionada, el protagonismo es de la figura de las mujeres, que fueron claves en su vida de algún modo u otro y repercutieron en su obra. Finalmente, la obra tiene un último tiempo más dinámico que está inspirado en su afán de superarse y de seguir viviendo y luchando contra todas las dificultades, aunque lamentablemente no fuera lo que esperaba. Respecto a los puntos más difíciles para los músicos, creo que van a tener problemas rítmicos en el primer tiempo, con la expresividad del segundo tiempo y la complicación de mantener también un ritmo constante en el tercer tiempo. También, en general, mezclar la rítmica y la expresividad para conseguir musicalidad.
Estudiaste en Berklee Boston y allí viste una concepción más positiva de la música respecto a la que hay en España, tal y como has explicado en otras entrevistas. ¿Cómo debería solucionarse esto?
Pues la principal responsabilidad es a nivel administrativo. Las administraciones se deben volcar, porque si se apoya a las iniciativas musicales eso va a repercutir en cómo la sociedad entiende lo que es la música y la propia cultura. A largo plazo esto va a reflejarse en una sociedad mucho más culta. La cultura es la menos rentable y por eso siempre es la gran olvidada en todos los poderes políticos.
Siendo tan joven tienes una trayectoria muy completa. ¿Qué recomendarías a aquellas personas que quieran dedicarse de forma profesional a la música?
Ser consciente de que es muy complicado y de que para comprar boletos de suerte hay que trabajar muy duro, que es la forma de comprarlos. Hay que combinar mucha disciplina con trabajo, sin prisa pero sin pausa. Es una carrera de fondo y hay que coger cualquier oportunidad por pequeña que sea, porque puede ser el camino a una oportunidad más grande. Hay que luchar por cualquier oportunidad.