Cumplir años siempre es una alegría, pero todavía lo es más si la edad que se alcanza es 100 y se llega en buen estado de salud. Ese es el caso del almussafense Emilio Baldoví Albuixech, quien el pasado sábado 7 de noviembre alcanzó su centenario. Nacido en el seno de una familia humilde el 7 de noviembre de 1920, fue el séptimo de ocho hermanos. Sus padres, Constantino y Francisca, tuvieron tres hijos y cinco hijas, de los cuales siguen con vida el propio Emilio y su hermana Antonia, de 95 años. Precisamente este mismo año ha fallecido otra de sus hermanas, Sacramento, quien en 2019 alcanzó también la misma cifra que ahora ha conseguido él.
Siguiendo la tradición, el Ayuntamiento le homenajeó mediante la entrega de una placa y un ramo de flores en la puerta de su casa, detalles que fueron entregados por el alcalde, Toni González, la concejala de Mayores, Paqui Oliver, y una representante de la Asociación de Jubilados y Pensionistas a sus cuatro hijos. Debido a la pandemia, y con el objetivo de proteger del virus al protagonista del acto, las autoridades no pudieron acceder al interior de su domicilio para felicitarle personalmente. Sin embargo, Baldoví sí que pudo recibir el calor de su familia en la fiesta de cumpleaños que le organizaron.
Como muchos de los habitantes de Almussafes en el siglo XX, Emilio se dedicó profesionalmente a la agricultura, entregándose al campo "de sol a sol", según sus hijos, quienes destacan que siempre ha gozado de buena salud. De hecho, aseguran que tan sólo recuerdan que una vez, hace alrededor de cincuenta años, sufrió un cólico de riñón, pero que al margen de ese episodio "nunca ha pisado un hospital ni se ha realizado analíticas".
Con su mujer, con la que estuvo casado desde 1955 y hasta su fallecimiento, en el año 2000, tuvo cuatro hijos, Emilio José, Sales, Olga y María José, gracias a los cuales ha podido disfrutar de cinco nietos, todos niños.
Formó parte de la ‘Quinta del biberón’
Entre las anécdotas más relevantes de su vida se encuentran el hecho de que, en 1938, con tan sólo diecisiete años, fue llamado a filas para participar en la Guerra Civil Española como miembro de la denominada ‘Quinta del biberón’. Concretamente, fue destinado junto a los demás de su reemplazo a los frentes del Ebro y del Segre, donde se libraron batallas que han quedado para la historia de esta contienda. Posteriormente, en el año 1941 realizó el servicio militar en Pamplona, ciudad en la que se convirtió en seguidor de la fiesta de los Sanfermines.Desde que falleció su esposa y hasta hace apenas un año, este longevo almussafense vivió solo, dado que su buen estado de salud le permitía llevar una vida totalmente independiente. Ahora, junto a sus seres queridos, ha podido experimentar lo que se siente al completar diez décadas de vida, una cifra poco frecuente por la que la corporación municipal, en nombre de toda la ciudadanía, felicita de manera especial.