La valencianofobia, lejos de la anécdota

El último caso de un sanitario que se negó a atender a una valencianoparlante se suma a muchos otros en los que se discrimina al valenciano por razones ideológicas

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La semana pasada un nuevo caso de discriminación hacia  el valenciano se hacía un hueco entre la actualidad informativa. Un sanitario de urgencias, tras acudir con el servicio de emergencias a atender una llamada, se negó a atender a la hija de la afectada porque le habló en valenciano: "¿Qué dice? Hábleme en castellano". Aseguran desde Plataforma per la Llengua que el sanitario se negó a atenderla y, además, le profirió un "¡Viva España, viva el Rey, vica el orden y la Ley!". Un nuevo caso que vincula la discriminación hacia el valenciano por razones ideológicas.

Desde la Plataforma per la Llengua señalan que los casos de valencianofobia "no son anecdóticos", sino que este es uno más "que se suma a la larga lista" de casos. Es un nuevo caso que, además, parece un 'eco' de algo ocurrido hace apenas unas semanas: un trabajador sanitario de Beniparrell aseguró no entender y exigir que cambiara de idioma a un usuario que pedía unos análisis.

Estos casos sirven para recordar a la Plataforma la "necesidad" de llevar adelante el Requisito Lingüístico que se contempla en la futura Ley de Función Pública Valenciana. Según se detalla en el Estatut d'Autonomía de la Comunitat Valenciana, en el Artículo 9, apartado 2, todos los ciudadanos "tendrán el derecho a dirigirse a la Administración [...] en cualquiera de sus dos lenguas oficiales y a recibir respuesta en la misma".

"Correctísimo"

Los casos de valencianofobia que se producen tanto dentro como fuera de la Administración chocan con la Constitución -Artículo 3-, pero es en el caso particular de la Generalitat el que podrá abordarse de una manera más directa a través de la nueva norma.

En la hemeroteca pueden encontrarse muchos más casos de valencianofobia. En 2016 se denunció uno en la Universitat Miguel Hernández de Elx, en el que el personal pidió que sólo se les comunicaran cosas en castellano; en la misma localidad, a mediados del mes pasado, dos policías llevaron a comisaría a un ilicitano por negarse a hablar castellano; el dolçainer de Obrint Pas denunció en 2015 que dos policías le detuvieron por hablar en valenciano. Uno de estos policías durante el juicio, incluso, señaló que le parecía "correctísimo" que le hablaran en valenciano "pero no en catalán". De nuevo la ideología, que llega a negar la evidencia científica de la unidad de la lengua, resulta en discriminación.

A finales del año pasado, Plataforma per la Llengua lanzó una nueva campaña en este sentido, llamada "Prou de valencianofòbia". Denunciaron entonces que se contaban "53 discriminaciones graves" desde 2007. Diez de estos casos, como los últimos documentados, se han producido en el ámbito sanitario, donde se llega a "negar la asistencia", o a una denuncia por parte de personal médico porque una usuaria quería hablar en valenciano. Aseguran que esto no es más que "la punta del iceberg", pues la mayoría de casos no se denuncian.

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