Las reacciones de Escola Valenciana a raíz de las polémicas declaraciones de la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, no se han hecho de esperar. La entidad cívica ha reivindicado «el derecho de la ciudadanía a ser atendida en valenciano como una necesidad ligada al buen servicio médico».
Incorporar la plena capacitación lingüística, como condición indispensable para trabajar en las administraciones públicas en general y en la administración sanitaria en particular, supone una medida urgente para lograr la igualdad lingüística y respetar los derechos de la ciudadanía de ser atendida en valenciano. El vicepresidente de Escola Valenciana, Joan Cortés, ha declarado: «Los pocos profesionales que se excusan en la dificultad de entender sus pacientes, sea por motivos lingüísticos o sea por motivos culturales, religiosos o étnicos, para negarles la atención médica o sanitaria, no solo vulneran los derechos lingüísticos de estas personas, que están enfermas o requieren atención especializada, sino el código ético que los tiene que inspirar y guiar, el Estatuto Básico del empleado público, la Ley de uso y enseñanza del valenciano —LUEV—, el Estatuto de Autonomía, la propia Constitución española…».
Para Escola Valenciana, la lengua de los pacientes «no se puede considerar una interferencia que complique el trabajo del personal sanitario o de los equipos médicos sino, bien al contrario, la lengua es una oportunidad para ofrecer una atención personalizada y eficaz que repercute en el bienestar de los usuarios».
Joan Cortés ha expuesto que «la empatía y la conversación instrumental son aperos tan importantes como los análisis clínicos, el historial de los enfermos y de las enfermas o los consejos sobre las costumbres de vida». En este sentido, Cortés ha definido la conversación como «vehículo de comunicación incuestionable para buscar la evidencia que se oculta detrás de los síntomas. Todavía más, en los casos referidos a las dolencias crónicas o asociadas a pacientes de edad, constituye una manera eficaz de interpretar los hábitos para tratar de mejorar sus condiciones de vida». Con el objetivo de «mejorar el servicio de atención a pacientes, la comunicación en la lengua de las usuarias y los usuarios de los centros de salud tendría que motivar el interés del personal sanitario y de la administración sanitaria para adquirir el conocimiento de las lenguas oficiales».