Mediadios del siglo XX, Telefónica se pone en marcha y las calles de València comienzan a llenarse de “tótems contemporáneos” desde los cuales uno puede realizar llamadas a cambio de monedas. Las primeras en València se implantaron en la década de los años 30 del siglo pasado, pero casi un siglo después, han entrado en desuso y abandono tras la expansión del teléfono móvil en nuestro día a día.
Solo en la capital del Turia hay unas 220 cabinas telefónicas repartidas por toda la ciudad aproximadamente, y todas ellas ya se encuentran en desuso, pintadas y abandonadas. Tras la finalización del contrato de Telefónica en 2019, València se plantea transformar estos puntos en lugares claves para la conectividad del siglo XXI.
Desde la concejalía de Agenda Digital del Ayuntamiento de València se está estudiando qué usos se podría dar a las “anacrónicas” cabinas telefónicas. Pere Fuset, concejal de Agenda Digital, afirma que “València quiere avanzar en la modernización, ofreciendo posibles servicios smart city a la ciudadanía”.
Uno de estos nuevos usos de las cabinas podría estar basado en lo que se hace en la cosmopolita ciudad de Nueva York desde 2014. En la ciudad estadounidense se transformaron estas cabinas por elementos con un tamaño similar bautizados como “links”, que siguen permitiendo realizar llamadas telefónicas, de forma gratuita, así como otros más servicios.
Estas cabinas estilizadas cuentan con pantallas de alta resolución digitales donde informa de noticias, el tiempo o el tráfico urbano de la ciudad. Además,cuenta con tabletas en las que se puede consultar el mapa de la ciudad, se pueden buscar direcciones y pedir indicaciones, y pueden realizar videollamadas.
Además, uno de los servicios que más utilidad han tenido ha dio la instalación de puertos USB que permite una conexión gratuita para poder cargar los dispositivos móviles, así como funcionar como puntos wifi para tener conexiones rápidas y de calidad en varios puntos de la ciudad.
Este funcionamiento de las nuevas cabinas telefónicas del siglo XXI, entraría en sintonía con las últimas acciones que se ha realizado desde el ayuntamiento de la ciudad del Turia para convertirla en una “Smart City”, en la que la tecnología sea accesible y una aliada para la ciudadanía.