El alcalde de València ha recibido y reconocido el trabajo llevado a cabo por los miembros del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de València que colaboraron en la extinción de los incendios que este verano quemaron 32.000 hectáreas de monte en Bejís y la Vall d’Ebo. ”He querido agradecerles personalmente su labor porque un incendio además de ser un peligro para ellos y para el resto de personas, provoca unos efectos terribles en la naturaleza”, ha señalado el alcalde, quien ha destacado que “la labor, en muchos casos desinteresada, ayudó a extinguir el fuego y evitar que los daños fuesen todavía mayores”. En total participaron 8 mandos y 41 bomberos, de los cuales 16 se encontraban de guardia, y los otros 33 estaban fuera de servicio o de vacaciones.
A continuación en la Central de Bomberos se ha llevado a cabo un acto en el que los miembros del cuerpo, encabezados por el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, donde también ha participado la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, han homenajeado a sus compañeros y compañeras. “Somos la gran ciudad de la Comunidad Valenciana”, ha afirmado Cano, “y teníamos que ofrecernos al resto de territorios de la Comunitat en una situación de máxima emergencia. Cuando la Generalitat solicitó nuestra colaboración nos pusimos en marcha con 50 personas y los medios materiales y técnicos que hacía falta”. Por su parte la vicealcaldesa ha destacado “la vocación y el compromiso de estos y estas profesionales, que más allá de sus funciones en la ciudad de València, interrumpieron sus vacaciones o permisos para colaborar en la extinción de estos incendios”.
El inspector David Roca, que participó de manera activa en los incendios, ha explicado que “nuestras labores fueron las de apoyar a los compañeros del Consorcio, pero una vez estás allí te llega el fuego y te toca trabajar en primera línea”
El incendio de Bejís quemó cerca de 20.000 hectáreas, y supuso el desalojo de 1.500 personas de las montañas de la comarca del Alto Palancia, afectando a la zona en la que se encuentra la Cueva Santa de Altura, en pleno Parque Natural de la Sierra Calderona. En este incendio participaron ocho bomberos que se encontraban de guardia, y 24 voluntarios que o bien se encontraban fuera de servicio o estaban de vacaciones.
El incendió que se produjo en la Vall de’Ebo, arrasó cerca de 12.000 hectáreas y supuso el desalojo de vecinos de varios municipios de la zona como Famorca, Fageca, Tollos o Beniaia, entre otros. En él participaron ocho bomberos que se encontraban de servicio y otros nueve que acudieron de refuerzo.
Desde el primer momento el cuerpo de bomberos de la ciudad de València ofreció su apoyo a los consorcios de València, Alicante y Castellón, y colaboró para intentar sofocar los incendios. Las principales labores que llevaron a cabo fueron la de prevención y abastecimiento de los vehículos forestales que trabajaban en el incendio. El Ayuntamiento de València participó con diferentes vehículos de extinción de incendios, que incorporan bombas de agua, así como vehículos de apoyo logístico.