València, “punta de lanza contra el cambio climático” en Europa

Más de la mitad de la población mundial vive, actualmente, en las ciudades, pero la previsión es que, en 2050, el porcentaje ascienda hasta el 85%. Con estos datos, se hace imprescindible trabajar para crear nuevos modelos de ciudad más sostenibles, con políticas verdes y que sitúen en el centro a las personas. Desde 2015, la ciudad de València ya pone en práctica algunos de estos valores, por ejemplo, impulsando no solo una movilidad sostenible con la creación tanto del anillo ciclista o con la apuesta del Ayuntamiento de València por lo eléctrico, incentivando la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos; sino también con políticas municipales de recuperación del espacios público.En este punto, las actuaciones de peatonalizaciones y reurbanizaciones más amables han jugado un papel fundamental, siendo la plaza del Ayuntamiento o la futura plaza de la Reina un símbolo de esta forma de entender la ciudad. Dos espacios invadidos por el tráfico motorizado que, ahora, se recuperan para el uso ciudadano, comportando, además, una reducción del vehículo privado que se traduce en una mejor calidad ambiental.Sin embargo, València quiere ir más allá, dar un paso más en la construcción de una ciudad saludable y, por eso, el alcalde de València, Joan Ribó, presentaba la primera Mission de Innovación, en consonancia con la Comisión Europea: ser ciudad neutra en emisiones en, al menos, tres barrios o pueblos de la ciudad antes de 2030. Con esta propuesta, València pasa, así, "a ser una de las 100 ciudades europeas que serán la punta de lanza contra el cambio climático en Europa".En este sentido, ha explicado Ribó, "cuando hablamos de ciudad neutra, a lo que aspiramos es a definir nuestra vía mediterránea a la transición climática, una vía que dé respuesta a la cuestión desde nuestras propias características y nuestra propia idiosincrasia". Y todo esto con el objetivo de extender, progresivamente, el modelo de esos tres barrios a toda la ciudad.Y es que si bien es cierto que València ya ha comenzado a caminar en esa dirección – mediante el urbanismo táctico o la puesta en marcha, en algunos barrios, de los proyectos piloto de comunidades energéticas para incentivar una colaboración público-privada-social que permita la producción y el consumo colectivo de energía renovable – a partir de este momento las acciones se intensificarán para alcanzar el objetivo de llegar a 2030 con algunas zonas de la ciudad libre de emisiones.Este objetivo, además, se enmarca dentro del Marco Estratégico València 2030, que se basa en tres vectores fundamentales: la Agenda urbana, la orientación a Missions de innovación y el contexto de recuperación postpandemia, pero el centro, señalaba Ribó, "siempre son las personas sobre las que incorporamos seis ‘miradas’ que recogen los cuatro planteamientos de las Missions València 2030: ciudad saludable, ciudad sostenible, ciudad compartida, y ciudad próspera". Una hoja de ruta, basada en el acuerdo y el consenso, que permitirá que se siga avanzando en ese objetivo más allá de un mandato municipal.