La Policía Local de València ha probado hoy en la mascletà de la plaza del Ayuntamiento un robot que forma parte de uno de los proyectos europeos en los que participa la Concejalía de Protección Ciudadana y que tiene como objetivo dar soluciones tecnológicas en situaciones de emergencia. “El robot tiene integrados sensores, cámaras térmicas y láseres para monitorizar a la gente en un entorno saturado, medir los gases tóxicos o detectar la dirección del viento entre otras muchas funciones”, ha explicado el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano.
“Esta prueba piloto forma parte del proyecto RESPOND-A en el que la Policía de València forma parte como socio de la ejecución y el desarrollo. Una vez más, volvemos a trasladar la importancia que la investigación y el desarrollo supone para mejorar los estándares de seguridad de la ciudadanía valenciana. En este caso, lo hacemos con un proyecto piloto muy llamativo que es este robot que podremos usar en un futuro para la detección de gases tóxicos y demás elementos en sistemas de seguridad para la medición de gases y otros indicadores”, ha manifestado Cano.
La prueba, que se ha realizado antes, durante y después del disparo, ha permitido testear los protocolos de comunicación del robot en ambiente saturado, el rango de los sensores 3D para la reconstrucción del entorno, la cámara térmica para la detección de personas de forma anónima, las cámaras de inteligencia artificial para el reconocimiento de ciertos objetos y, también, de la cámara de alta precisión que tiene integrada entre sus sistemas.
“El robot que probamos hoy usa tecnología 4G y dispone de una cámara térmica. En definitiva, estamos hablando de última tecnología con una aplicación fundamental: garantizar la seguridad de la ciudadanía. Y sabiendo que los problemas que se puedan prever o podemos sufrir en un futuro comienzan ahora a poderse afrontar mediante el desarrollo de estos proyectos de investigación y desarrollo”, ha remarcado el edil de Protección Ciudadana.
Durante la mascletà, además, también se han probado diferentes sensores ‘portables’ para policías y especialmente bomberos que miden gases ambientales y otras variables que les dotarían de nuevas herramientas para saber cómo actuar ante determinadas circunstancias adversas.