La Concejalía de Desarrollo y Renovación Urbana que dirige la vicealcaldesa, Sandra Gómez, a través de AUMSA, ha elaborado el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Cabanyal-Canyamelar que protege una quincena de palmeras catalogadas como monumentales que rondan los veinte metros de altura y cuyos troncos alcanzan diámetros de hasta dos metros en algún caso. En este marco de protección, el Ayuntamiento de València también ha solicitado a la Generalitat que incorpore al catálogo de árboles monumentales un Ficus elástica Decora, de sesenta años, que supera los 15 metros de altura y cuya copa tiene un diámetro de 25 metros, con intención de incorporarlo al catálogo de árboles protegidos.La mayoría de las palmeras protegidas son datileras (Phoenix dactylifera) y se distribuyen en parejas o grupos de tres en la calle Barraca o la calle Doctor Lluch. Destaca una palmera de Canarias (Phoenix canariensis) que se alza en la plaza Hòmens de la Mar, cuya copa tiene un diámetro de más de siete metros. También se protege una Washingtonia Mexicana (Washingtonia robusta) que se levanta en la esquina de la avenida Tarongers y la calle Progrés. El ficus para el que se ha solicitado la catalogación como árbol monumental está en un solar de la calle Drassanes.AUMSA ha desarrollado un pormenorizado estudio de los valores paisajísticos que alberga el barrio frente al proyecto prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez hasta el mar que impulsó el gobierno municipal del Partido Popular. El plan para atravesar el barrio en perpendicular a la línea de costa fue detenido por el gobierno de España en 2009 mediante la declaración del conjunto como Bien de Interés Cultural. En virtud de esta declaración, la trama urbana y los elementos patrimoniales del barrio se mantienen.Así, el catálogo elaborado por la concejalía que dirige Sandra Gómez considera relevantes el núcleo histórico tradicional del Cabanyal; las iglesias de Nuestra Señora de los Ángeles, de Nuestra Señora del Rosario o del Cristo Redentor; el molino de Serra que alberga el museo del Arroz; tres chimeneas de antiguas instalaciones industriales en las calles Vicent Brull y Arquitecte Alfaro; la sede de la Sociedad Musical Unión de Pescadores; la Fábrica de Hielo; el antiguo matadero "L’Escorxador"; la antigua tonelería Soler o varias naves industriales, además de casas y edificios singulares.Se protegen elementos característicos de una de las semanas santas más espectaculares y singulares de España, en la que destacan elementos materiales e inmateriales. El PEC recoge la imaginería, la representación de personajes bíblicos por parte de los vecinos y vecinas, los espacios simbólicos en los que se desarrolla, como son los cuatro templos parroquiales, plazas y calles del Cabanyal, el Canyamelar y el Grau, entre las que destaca la calle de la Reina como eje principal de las procesiones.Se protegen los paneles cerámicos que representan las distintas estaciones del Vía Crucis y que pueden reconocerse en distintas calles. También está incluida la estatua en recuerdo de Empar Barrón Cambra, víctima de la violencia machista, y el Santo Sepulcro del Canyamelar.Como puntos de interés ambiental y visual se mencionan la playa del Cabanyal, la zona verde del paseo de Neptuno, los parques del Doctor Lluch y la Remunta, los jardines en la calle Martí Grajales y la plaza del Doctor Llorenç de la Flor, para apuntar, finalmente, a la quincena de palmeras catalogadas como monumentales por la Generalitat y que la empresa municipal considera prioritario conservar.