La ciudad de València está hoy más cerca de acoger el supernodo europeo de inteligencia artificial para la Smart City en el marco del proyecto europeo Citcom.ai, que pertenece al Digital European Programme de la Unión Europea. Un paso que se ha dado después de que la concejalía de Agenda Digital del Ayuntamiento de València y el centro de innovación Las Naves hayan firmado la Declaración de Honor requerida por la Comisión Europea a todos los socios. Esta rúbrica es previa al proceso de confirmación definitivo que podría llegar antes de acabar el año.
La candidatura, preparada estos últimos meses por la Oficina de Ciudad Inteligente y el centro de innovación Las Naves, ha sido seleccionada para albergar uno de los tres centros de operaciones europeos que contempla el proyecto Citcom.ai. El centro de operaciones del sur que liderará València y que incluye socios de Alemania, Polonia e Italia se complementaría con los TEF (Testing and Experimentation Facility) del "supernodo" nórdico, liderado por Dinamarca, y el central, liderado por Bélgica.
Citcom.ai es un proyecto europeo que cuenta con el apoyo de varias administraciones públicas, universidades y empresas valencianas, además de otros importantes socios europeos. Su objetivo es aprovechar los programas de la Unión Europea centrados en acercar la tecnología digital a diferentes aspectos estratégicos para la ciudad como por ejemplo la lucha contra el cambio climático, la digitalización y la inteligencia artificial.
Con la participación en este programa, el Ayuntamiento de València desplegará una infraestructura TEF centrada en smart cities que permita aplicar la inteligencia artificial a diferentes sectores: en el ámbito de la movilidad y el transporte sostenible; la eficiencia energética urbana con el objetivo de neutralidad climática; la gestión de residuos y soluciones basadas en la naturaleza; soluciones colaborativas para la protección del medio ambiente o servicios y aplicaciones transversales con especial énfasis en la implicación de agentes y la participación ciudadana.
El alcalde de València, Joan Ribó, ha señalado que "este proyecto posiciona a València en el sector más avanzado de la digitalización y la tecnología para las ciudades inteligentes y sostenibles. Esto es estratégico para la ciudad por su potencial para atraer talento e inversiones en uno de los sectores económicos con mayor potencial de crecimiento futuro y, por tanto, de generación de empleo cualificado. València está donde toca estar."
El concejal de Agenda Digital, Pere Fuset, por su parte, ha declarado que "los avances de València como smart city nos permiten sumar a administraciones públicas, universidades y empresas para aprovechar una oportunidad estratégica tanto en cuanto a la modernización de la ciudad como en cuanto a la activación económica de un sector puntero". Además, ha enmarcado esta iniciativa en el acuerdo de colaboración que el Ayuntamiento firmó el 24 de marzo pasado con la Generalitat Valenciana y la Universitat Politècnica y ha insistido que "proyectos así hacen que Smart City València pase de ser un proyecto de ayuntamiento a un auténtico proyecto de ciudad capaz de atraer talento, innovación, bienestar y recursos económicos para València". También ha recordado el apoyo a este nodo sur, coordinado por València, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España.
Por su parte, el concejal de Innovación, Carlos Galiana, ha resaltado la importancia del “TEF dentro de la misión climática aprobada por la ciudad en el marco de la estrategia Missions València 2030 y la consiguiente elección hace unas semanas de València como una de las 100 ciudades europeas climáticamente neutras para 2030. “La tecnología, los datos y la inteligencia artificial pueden ayudarnos a conocer el comportamiento de la ciudad y tomar mejores decisiones basadas en datos. Y así mejorar la vida de las personas, que es sin duda el propósito final de toda la innovación que se impulsa en València", ha declarado.
El presupuesto global del proyecto para los tres "supernodos" es de 40 millones de euros, de los cuales la Unión Europea financiará el 50% y el resto las entidades participantes a partir de fondos propios, estructurales, autonómicos o nacionales.