Valencia se juega las ayudas estatales en movilidad si no implanta completamente su ZBE: “Las leyes están para cumplirlas”

El Gobierno avisa que supeditará la entrega de las ayudas al transporte público a aquellas ciudades que cumplan la ley en 2025

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Vehículos circulando por el centro de Valencia. Imagen: Xisco Navarro
Vehículos circulando por el centro de Valencia. Imagen: Xisco Navarro

El anuncio de las futuras Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en Valencia podría no ser suficiente para que la capital del Turia mantuviera las ayudas a la movilidad que otorga el Gobierno estatal. Y es que la laxitud de la ordenanza, que prevé una implementación progresiva de las sanciones hasta su implantación definitiva en 2028, y el reconocimiento de una “zona blanda”, podría no ser contemplado por el ejecutivo central tal y como se avisa desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Y es que el Gobierno de España trabaja para que, a partir de 2025, todas las ciudades de más de 50.000 habitantes que quieran acceder a las ayudas al transporte público colectivo deban tener una ZBE en funcionamiento.

Según Álvaro Fernández Heredia, secretario general de Movilidad Sostenible, “no pueden existir unas ayudas al transporte público para ciudades donde este sea una alternativa al coche mientras no se toman medidas para garantizar que la calidad del aire es la mejor para los ciudadanos y ciudadanas”.

Al tiempo, Heredia recuerda que las ZBE “son una obligación legal consignada en la Ley de Cambio Climático”, una ley puesta en marcha este año y publicada en 2021. “Las leyes están para cumplirlas, los ayuntamientos han tenido tiempo, han dispuesto de más de 1.500 millones de euros de ayudas encaminadas a implantar estas ZBE, acelerar la descarbonización del transporte e impulsar una movilidad sostenible y sana”, avisa el secretario general, al tiempo que insiste en que “es el momento de cumplir la ley. Si uno se declara desobediente de la ley del Gobierno de España no puede recibir ayudas”.

Señal de Zona de Bajas Emisiones en Barcelona. Imagen de la Federació Empresarial Catalana d’Autotransport de Viatgers
Señal de Zona de Bajas Emisiones en Barcelona. Imagen de la Federació Empresarial Catalana d’Autotransport de Viatgers

Zonas de Bajas Emisiones en Valencia

La nueva ordenanza, que entrará en vigor en 2025 sin sanciones, diferenciará la ciudad en dos ZBE. La primera zona, conocida como Ciutat Vella ZBEES (Zona de Bajas Emisiones de Especial Sensibilidad), comprenderá una extensión de 0,3 km² dentro del distrito de Ciutat Vella. Esta área se considera más sensible debido a su densidad de población y patrimonio histórico. La segunda zona, denominada Valencia ZBE, abarcará una superficie de 27,8 km², prácticamente toda la ciudad. Esta área estará delimitada por la Ronda Nord, Tarongers, Serrería y Bulevard Sud y se considerará una zona "más blanda" en términos de restricciones.

El borrador de la ordenanza establece un calendario gradual para la implementación de las sanciones: 2025 será un año meramente informativo, sin sanciones. En 2026 habrá sanciones para vehículos de fuera de la provincia de Valencia y en 2027 para vehículos de fuera de la ciudad de Valencia. A partir de 2028, se prohibirá la circulación de vehículos sin etiqueta, aquellos matriculados antes de 2001 en el caso de gasolina y antes de 2006 para diésel.

Para asegurar el cumplimiento de las nuevas normativas, se instalarán progresivamente hasta 278 cámaras de acceso en 68 puntos de control. Estas cámaras verificarán los permisos de acceso mediante la lectura automática de matrículas. Adicionalmente, se colocará cartelería informativa a lo largo del perímetro de las ZBE para orientar a los conductores.

Coches circulando por la calle Colón de Valencia
Coches circulando por la calle Colón de Valencia

Beneficios de las ZBE

La implantación de Zonas de Bajas Emisiones trae consigo múltiples beneficios que abarcan desde la mejora de la salud pública hasta la promoción de un desarrollo urbano más sostenible y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas medidas son esenciales para construir ciudades más saludables, habitables y resilientes en el futuro.

Uno de los beneficios más evidentes de las ZBE es la reducción de la contaminación atmosférica. Al limitar el acceso a vehículos con mayores emisiones, se disminuye la concentración de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM10 y PM2.5).  Además, se reducen de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, que son responsables del cambio climático.

Las ZBE también contribuyen a la reducción de la contaminación acústica. Al promover el uso de vehículos eléctricos o híbridos y reducir el tráfico de vehículos de combustión interna, se disminuyen los niveles de ruido en las zonas urbanas. Esto mejora la calidad de vida de los residentes y crea un entorno más tranquilo y agradable.

Estas zonas incentivan el uso de medios de transporte más sostenibles, como el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie. Al restringir el acceso de vehículos contaminantes, se promueve una mayor inversión en infraestructuras de transporte público y carriles bici, facilitando una movilidad más eficiente y saludable.

La mejora en la calidad del aire, la reducción del ruido y la promoción de un entorno más verde y limpio contribuyen a una mejor calidad de vida para los y las residentes, mejorando la seguridad vial, reduciendo la incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares y revitalizando las áreas urbanas, convirtiéndose en más atractivas para los negocios, el turismo y la inversión.

La implementación de ZBE ayuda a aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Al ver los beneficios tangibles de estas medidas, los ciudadanos pueden estar más dispuestos a adoptar comportamientos ecológicos y apoyar políticas ambientales.

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