València pretende ser una de las primeras cien ciudades europeas que hayan completado el proceso de descarbonización —es decir, lograr reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera— antes del año 2030. Por este motivo, el ayuntamiento de la ciudad está poniendo en marcha iniciativas que contribuyan a que València se convierta en una ciudad climáticamente neutra.
Desde el impulso a la alimentación sostenible y de proximidad, hasta la rehabilitación de viviendas para aumentar su eficiencia energética; pasando por potenciar la movilidad sostenible en la ciudad usando el transporte público. Ahora, el consistorio quiere dar un paso más allá y ha anunciado la creación de la Empresa Municipal de Energía Sostenible (EMES) para que 525 edificios municipales puedan generar energía de autoconsumo y abaratar la factura eléctrica.
Se trata de un proyecto que, por un lado, busca acelerar la implantación masiva de placas solares fotovoltaicas en los tejados de los edificios públicos; y, por otro, quiere dar un fuerte impulso a las energías renovables dentro de la urbe para reducir la factura de la luz en las infraestructuras públicas. Además, el excedente de energía producida por esas placas solares se suministrará a viviendas vulnerables en riesgo de pobreza energética o comunidades energéticas.
Tal y como ha explicado el concejal de Agricultura, Emergencia Climática y Cementerios del Ayuntamiento de València, Alejandro Ramón, se ha optado por la energía solar, ya que es "la más compatible dentro del entorno urbano". Así, las placas fotovoltaicas que se instalarán en más de 500 edificios municipales producirán anualmente 89,66 GWh de energía renovable; una cantidad equivalente al consumo energético de todo un año de más de 27.400 hogares.
Hasta ahora ya se han colocado placas solares en el Palacio de Congresos de València y se prevé instalar también en las cubiertas de los nichos de los cementerios municipales. En ese sentido, tras la constitución de la empresa mixta, los tejados del Ayuntamiento de València, centros deportivos de la ciudad, colegios y centros cívicos podrán llenarse de placas solares que produzcan la energía eléctrica que esas instalaciones necesitan.
Empresa mixta con la colaboración privada
La Empresa Municipal de Energía Sostenible (EMES) se creará como una empresa mitxa. Es decir, combinará tanto capital público como capital privado y aspira a canalizar 73 millones de euros en inversión. De esta manera, el Ayuntamiento de València será el socio mayoritario de la compañía y aportará el 51 % del capital para garantizar que esta se oriente al interés público.
Por su parte, habrá un socio privado que posea el 49 % de las acciones de esta empresa y que Joan Ribó, alcalde de València, ha calificado de fundamental para aportar los fondos económicos necesarios, "el know how empresarial" y los conocimientos necesarios en un "complejo mercado" como es el de la energía solar. La actividad de la empresa se centrará en la gestión y generación de la energía fotovoltaica, pero no podrá comercializar con ella.
El primer edil ha resumido las tres funciones que este socio privado, que se elegirá a través de una licitación pública, deberá cumplir. En primer lugar, deberá encargarse de producir la energía para el autoconsumo en las instalaciones municipales; también tendrá que gestionarla para conseguir rebajar la factura eléctrica y repartir el excedente enerǵetico entre las comunidades energéticas de hogares vulnerables. Y, por último, se ocupará de el mantenimiento y actualización de las placas durante toda su vida útil que alcanza los 25 años.
Según ha explicado el edil de Emergencia Climática, la instalación de las placas y la puesta en marxa de esta empresa se hará en tres fases. Ahora, esta idea será tratada en la Comisión de Ecología Urbana del gobierno municipal donde "se estudiará cómo crear la mercantil" con la mayor parte de capital público.