El Ayuntamiento de València prosigue con su plan urbanístico para construir nuevos edificios de vivienda pública protegida. Es por ello que la concejalía de Urbanismo que dirige Juan Giner se ha reunido con la gerente de la Sociedad Anónima Municipal Actuaciones Urbanas de València (AUMSA), Ana Gil, para ultimar los detalles que permitirán la reanudación de las obras de un edificio de 75 viviendas situado en la avenida de Tarongers.
Este cuenta con un presupuesto de 12,7 millones de euros y su creación fue aprobada por la entonces titular municipal de Urbanismo, Sandra Gómez, en febrero de 2023. Sin embargo, meses después del inicio de los trabajos de construcción, estos se paralizaron el pasado mes de octubre, ya que durante la ejecución de los muros de pantalla se produjeron asentamientos del terreno.
Para poder identificar el origen de esos problemas se aprobó la realización en la parcela de una tomografía eléctrica 3D del terreno con el fin de identificar la existencia de patologías en el subsuelo. Una vez realizado el estudio, se ha propuesto cambiar el sistema constructivo previsto de pantallas continuas, por un “sistema de pantalla de pilotes secantes, que asegura la estabilización de la excavación y extracción de las tierras generadas durante el proceso de perforación", ha explicado Giner.
De esta manera, la previsión es que la próxima semana puedan reanudarse las obras de esta edificación de vivienda pública que tendrá siete plantas y cuyo plazo de finalización será de 20 meses.
Un bloque de siete alturas con 75 viviendas públicas
Si las previsiones se cumplen, este nuevo edificio de vivienda pública protegida podría ser una realidad en septiembre de 2025. Este se construirá en un solar propiedad de AUMSA ubicado en la avenida dels Tarongers de València y cuenta con una superficie de 1.428 metros cuadrados y una edificabilidad residencial de 8.299 m².
En ese sentido, este nuevo bloque albergará 75 viviendas (todas ellas destinadas a alquiler público) distribuidas en una planta baja y seis plantas altas. Además, contará con 34 plazas de aparcamiento, 12 para motocicletas y 32 trasteros en planta de sótano. Mientras tanto, en la planta de cubierta se ubican diversas salas comunes, así como una amplia zona de huertos urbanos.
Por otro lado, esta nueva solución habitacional se construirá siguiendo los objetivos para conseguir ser un edificio de consumo casi nulo (ECCN). Es por este motivo que se reducirá la huella medioambiental durante el proceso de obra y así poder obtener un certificado BREEAM —método internacional desarrollado por la organización BRE Global del Reino Unido— que constate el grado de sostenibilidad de un edificio y además mejore la funcionalidad, flexibilidad y durabilidad de los edificios.