Con esta finalidad, el consistorio ha llevado a cabo un estudio preliminar que valore la viabilidad de instalar placas fotovoltaicas que generen energía eléctrica en régimen de autoconsumo en los locales y edificios municipales. El objetivo es reducir los costes y las emisiones de CO2.
La concejala del área de Gestión de Recursos, Lluïsa Notario, ha señalado que de los 525 locales estudiados se han identificado 118 edificios con viabilidad técnica para la instalación de placas fotovoltaicas. El estudio se convierte así en una “herramienta fundamental para elaborar un plan director de inversiones en energía fotovoltaica” en palabras de la regidora. Notario ha señalado que en la actual situación de lucha contra el cambio climático “conseguir que València sea climáticamente neutra en 2030 es un reto ambicioso que nos interpela a las administraciones, al tejido empresarial y a la ciudadanía y por supuesto a las diferentes concejalías”.
Dada la diversidad de tipos de local que albergan las instalaciones municipales, se hacía necesaria una auditoría para identificar las cubiertas que por su orientación, superficie disponible y otra serie de circunstancias, ofrecen un mayor potencial para rentabilizar estas placas fotovoltaicas. Del total de los 525 edificios analizados, el estudio determina que en 118 resultan viables instalaciones de este tipo.
Si se instalaran placas fotovoltaicas en esos 118 edificios, se conseguiría una superficie bruta total de 72.834 m2 con una capacidad de producción total de 5.936 MW, lo que se traduce en 4.621MWh/año de autoconsumo. El ahorro en la factura energética del consistorio, teniendo en cuenta las tarifas actuales, sería de 393.427 euros anuales. La reducción de las emisiones de CO2 sería de 1.116,13 toneladas en un año.
Con los datos obtenidos se puede diseñar un plan de inversiones atendiendo a diversos criterios como por ejemplo, el ahorro en la factura energética, minimizar los costes de la inversión o maximizar la producción de energía.
La concejala Lluïsa Notario ha recordado que el pasado viernes “València se convirtió en una de las dos ciudades finalistas para ser Capital Verde Europea en 2024. Un paso más para mejorar el medio ambiente y la calidad de vida en nuestra ciudad con el refuerzo de las políticas vinculadas con la sostenibilidad”.