La concejala de Vivienda, Patrimonio y portavoz de València en Comú María Oliver coincide en el planteamiento con la directora de l´Entitat Valenciana d´Habitatge i Sòl (EVha )Helena Beunza, de que el edificio Manuela Solís, conocido como Bloque Portuarios, solo será derribado en caso de que se declare la situación de ruina técnica. Desde este grupo presentamos una propuesta de hoja de ruta para resolver la problemática.
Desde Valencia en Comú consideran que la situación del Bloque Manuela Solís (Portuaris) "es una oportunidad para aumentar el parque de vivienda pública de la ciudad y por tanto la oferta de alquiler social municipal en un contexto de aumento descontrolado del precio del alquiler."
El valor simbólico del edificio, que fue uno de los emblemas de la resistencia a la prolongación de la avenida Blasco Ibañez, y su situación en plena barriada del Cabanyal, otorgan al Bloque Manuela Solís una oportunidad prácticamente única de generar vivienda social municipal a precios asequibles en régimen de alquiler.
En este sentido desde València en comú proponen que "el único objetivo es servir de punto de partida para el diálogo entre las partes implicadas. Planteamos reunir a todas las partes para debatir la permanencia o no del bloque Portuarios. En el caso en el que se valorase no demoler el edificio y rehabilitarlo, siempre teniendo en cuenta la reubicación temporal de las personas que viven en el bloque, planteamos una actuación por fases que permita que los vecinos vayan ocupando las viviendas que se van reformando al mismo tiempo que siguen viviendo en el bloque.
A falta de realizar un estudio técnico detallado, abordar la actuación en tres fases, atendiendo cuatro escaleras en cada una de ellas. Teniendo en cuenta que las escaleras más al sur son las que presentan mayores problemas de ocupación y mayor complejidad en cuanto a la propiedad de las viviendas, se propone empezar por éstas, de manera que sea la administración pública la que asuma los compromisos y riesgos iniciales que permitan dar seguridad a la inversión privada.
El edificio podría ser susceptible de una transformación en profundidad, como plantean los arquitectos Lacaton & Vassal en los bloques periféricos de varias ciudades francesas (https://www.lacatonvassal.com/index.php?fkt=15), o de una rehabilitación integral al uso, como podemos ver en el trabajo teórico del arquitecto valenciano David Estal (https://issuu.com/davidestal/docs/dossier_bloque_de_portuarios_ruiz_j).
Se propone, a falta de realizar un estudio técnico detallado, abordar la actuación en tres fases, atendiendo cuatro escalas en cada una de ellas. Teniendo en cuenta que las escalas más al sur son las que presentan mayores problemas de ocupación y mayor complejidad en cuanto a la propiedad de las viviendas, se propone empezar por estas, de forma que sea la administración pública la que asuma los compromisos y riesgos iniciales que permiten dar seguridad a la inversión privada.