Desde 2015, la ciudad de València ha recuperado más de 120.000 m² de espacio público. Bajo la estrategia ‘València, ciudad de plazas’, desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento, liderado por la vicealcaldesa Sandra Gómez, se ha seguido un proceso de remodelación y peatonalización de plazas para las personas que, antes, estaba destinado a vehículos. La plaza del Ayuntamiento, la plaza Ciudad de Brujas o la plaza de San Marcelino son tan solo algunos ejemplos de la gran transformación que ha experimentado la ciudad.
No obstante, el cambio continúa. Y es que no solo se ha aprobado el proyecto para la reurbanización de la plaza del músico Antoni Eiximeno en la Malva-rosa, con el objetivo de crear un espacio de encuentro y convivencia, sino que también se llevará a cabo la peatonalización de la avenida Malva-rosa – manteniendo el acceso a vehículos de residentes y transporte público – proyectándola como un gran eje comercial.
Destaca, además, el proyecto de remodelación integral de la plaza Barón de Cortés, en el barrio de Russafa, donde el espacio a urbanizar se ubica alrededor de la iglesia de San Valero y San Vicente Mártir, Bien de Relevancia Local, que dignificará la zona y le aportará un valor añadido al barrio. Así, el ámbito de la actuación comprende la plaza Barón de Cortés, la calle Padre Perera y su continuación con la plaza Doctor Landete hasta su encuentro con la calle Ruzafa. La Plaça de Russafa forma parte del núcleo primitivo del barrio, que está catalogado como Núcleo Histórico Tradicional.
Por supuesto, Patraix es otro de los distritos que está pendiente de actuaciones urbanísticas de gran envergadura, como la nueva plaza que se ubicará, en el barrio de Favara, sobre los actuales solares entre la calle Campos Crespo y la subestación eléctrica que, incluirá, la remodelación de las calles Ramón de Perellós y Folch de Cardona, abarcando una superficie aproximada de 5.000 m². Como ya avanzó la vicealcaldesa Sandra Gómez, “la actuación debe resolver el programa de necesidades en dotación de zonas de juegos y espacios de socialización y vida comunitaria para vecinos y vecinas del barrio”.
Además, dentro del Plan Especial de Patraix se contempla la peatonalización de la plaza de Patraix que, aunque ya se acometió su cierre al tráfico, todavía queda una parte por abordar. En este punto, desde la Asociación Vecinal aseguran que “se trata de una actuación muy esperada por todos los vecinos y vecinas, aunque tendrá que venir acompañada de soluciones para el aparcamiento como, por ejemplo, la construcción de un parking subterráneo”.
Por último, València está a punto de finalizar la remodelación de dos de sus grandes plazas, como la plaza del Mercado, que ya encara la recta final y pondrá en valor edificios patrimoniales tan destacados para la ciudad, como son la Lonja, el Mercado Central o la iglesia de los Santos Juanes.
Ya en 2016, el Ayuntamiento de València llevaba a cabo una primera intervención táctica con la que se recuperaba espacio peatonal. No obstante, había que acometer su transformación definitiva hacia una plaza que dignificara este espacio. Con un presupuesto de 5,9 millones de euros, no solo se ha limpiado el paisaje urbano con la retirada de los antiguos elementos de señalización de peatonalización blanda, sino que se ha proyectado un espacio abierto y unificado que, junto a la creación de una zona, a modo de graderío de cuatro escalones, se consigue recuperar la cota original de acceso a Les Covetes para dotarlas de más valor.
Y, por supuesto, la plaza de la Reina que ha fijado el fin de las obras en julio de este mismo año. Una vez finalizadas las obras, los 12.000 m² de la renovada plaza contarán con 115 árboles frente a los 53 actuales; pérgolas que proporcionarán más de 1.300 m² de sombra; así como juegos infantiles, difusores de agua, contenedores soterrados, fuentes para beber o un nuevo aparcamiento público subterráneo con nuevas rampas de acceso y puntos de recarga eléctrica. Asimismo, se señalizará el trazado de la antigua muralla romana y se recuperará la perspectiva visual de la puerta barroca de la Catedral. En definitiva, un amplio espacio peatonal que limitará la circulación de vehículos a una conexión entre las calles de la Paz y San Vicente, garantizando el acceso a residentes, carga y descarga o transporte público.