València es, de las grandes ciudades españolas, la que más ha reducido su deuda municipal, de acuerdo con el Banco de España. De hecho, en estos últimos siete años, el actual equipo de gobierno – formado por Compromís y PSPV-PSOE – ha logrado una reducción del 70%, pasando de los 750 millones de deuda heredada en junio de 2015 a los 230 millones de euros que habrá a finales de 2023, lo que supone un 24,5% sobre los ingresos previstos.
Una reducción de la deuda que, en palabras del alcalde de València, Joan Ribó, “nos ha permitido disponer de mayores recursos”. Tanto es así que las cuentas municipales para 2023 volverán a superar, por segundo año consecutivo, los mil millones de euros. Un incremento de 32 millones respecto al ejercicio anterior que sitúa el presupuesto municipal para el próximo año en 1.042.869.604 €, el mejor dotado de la historia del Ayuntamiento de València.
“En estos últimos años, la ciudadanía cuenta con un 41% más de presupuesto, pero debe un 75% menos”, ha resumido el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, durante la presentación de unas cuentas que, en líneas generales, “reimpulsarán la actividad económica y ayudarán a las personas más afectadas por la escalada de precios mediante la promoción social”.
Así, la progresiva reducción de la deuda municipal “ha propiciado un ahorro para el ejercicio 2023 en gastos financieros de 9,5 millones de euros”. En este sentido, ha añadido el alcalde: “ahorramos 12 millones en amortización de préstamos e incrementamos 2,5 millones de euros la partida a intereses por la situación económica y el incremento del Euríbor”. Pero además, “ha permitido, durante los últimos siete años, incrementar el gasto social, el apoyo a los sectores productivos y mejorar el servicio a la ciudadanía”.
De esta manera, para 2023, el Ayuntamiento de València contempla un aumento de las partidas destinadas a mejorar los bienes y servicios de la ciudad, como los 86 millones de euros que se invertirán en residuos y limpieza para, por ejemplo, mejorar la limpieza viaria (1,4 millones) o el nuevo impuesto estatal para la gestión de residuos para el que el Ayuntamiento destinará 4,6 millones para que la ciudadanía no tenga que hacer frente.
Asimismo, hay una partida de 19,5 millones para 2023 para el Ciclo Integral del Agua con la finalidad de mejorar el servicio de alcantarillado y abastecimiento de agua y la creación de depósitos de tormenta ante la emergencia climática; o 76,4 millones de euros – un incremento de 2,5 millones respecto a 2022 – para hacer frente al incremento de costos de personal y combustible de la EMT.
Por último, cabe destacar que, en los gastos de 2023, se contempla, además, la gestión de la Marina de València que, tras la disolución del consorcio pasa al Ayuntamiento; así como la financiación del 25% de las obras del Canal de Acceso ferroviario que supone 31,4 millones de euros. En definitiva, partidas económicas que no podrían sostenerse si no se hubiera llevado a cabo esta significativa reducción de la deuda municipal.