Los más de tres millones de euros adicionales conseguidos del programa de ayudas de la Unión Europea se invertirán en mejorar los servicios de la EMT, la construcción de carriles bici y la redacción del Plan Director de la Bicicleta. El Ayuntamiento ha recibido hasta ahora 61,8 millones de euros del total de 73,6 millones de financiación europea que ha pedido a través de los fondos Next Generation. El alcalde, Joan Ribó, ha indicado que la llegada de estos recursos servirá para conseguir una ciudad “más amable y habitable para todas las personas”.
Ribó se ha felicitado por la reciente comunicación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en la que se indica que València es beneficiaria otros 3.327.775 millones de euros de la convocatoria de subvenciones a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, en el marco de los Next Generation. Esta cantidad se destinará a nuevas herramientas inteligentes para mejorar los servicios de la EMT. De esta manera, se implantarán sistemas de gestión, planificación y monitorización de datos en los autobuses municipales.
Asimismo, se harán carriles bici en los tramos de la avenida Cardenal Benlloch-Eduard Boscà, la avenida del General Avilés-Pío Baroja-Mestre Rodrigo, la avenida del Cid-Tres Creus-V30, la avenida Doctor Peset Aleixandre, la avenida General Avilés-Pius XII-Nicasi Benlloch, la calle Gascó Oliag-Daniel Balaciart, la calle José María Haro-José Aguilar, junto con otros tramos en los distritos de Jesús, Patraix y Extramurs.
Será también objeto de financiación la elaboración del Plan Director de la Bicicleta de València, cuya finalidad es actualizar la hoja de ruta para el uso de la bici en la ciudad. El plan se fundamenta en tres ejes de actuación: la ampliación y adecuación de la red ciclista, la sensibilización y educación de la ciudadanía en materia de seguridad viaria, y los mecanismos de gestión de la movilidad ciclista urbana.
El alcalde ha destacado el objetivo de estos proyectos. En primer lugar, el de convertir València en ciudad climáticamente neutra para el año 2030. “Una ciudad descarbonizada es una ciudad más saludable donde las personas podrán vivir mejor”, ha remarcado. En segundo lugar, se ha referido a la inversión en transporte público “de calidad”, que “contribuye también a la cohesión social”. Igualmente, ha puesto de relieve “el importante papel de la digitalización” y “la necesidad de potenciarla”. Todo ello para conseguir “una ciudad más amable y habitable para todas las personas, para mejorar la calidad de vida de los vecinos y las vecinas”.
El máximo responsable municipal ha insistido en que el consistorio continúa trabajando en la captación de fondos y ha puesto en valor el trabajo de la oficina de proyectos europeos y los diversos servicios municipales en ese sentido. Se han solicitado las ayudas Next Generation por una cuantía de 73,6 millones de euros, de los cuales, hasta el momento, con la incorporación de estos 3,3 millones, ya se han obtenido 61,8 millones. En ese sentido, Ribó ha expresado “satisfacción” por la concesión de las subvenciones, que interpreta como “un reconocimiento por parte de Europa de la apuesta por una ciudad más saludable y sostenible”.
Por otro lado, Joan Ribó ha recordado otros dos proyectos complementarios presentados por el Ayuntamiento que han conseguido financiación europea a través de los fondos Next Generation. Se trata de los llamados “València mira hacia el futuro” y “Ciudades conectadas”. El primero, por importe de 35 millones de euros, contempla una zona de bajas emisiones, carriles bici, más espacios para peatones y mejoras en la flota de la EMT. El segundo, con una subvención de 14 millones de euros, desplegará una plataforma digital de movilidad multimodal, que se desarrollará junto con Valladolid, Vitoria, Logroño, Gijón y Fuenlabrada, dentro de una iniciativa global de 24 millones de euros. Las dos propuestas deben estar concluidas antes del 31 de diciembre de 2024, y suponen una inversión de 49 millones de euros.