Cada año, el 20 de junio, se celebra el Día Mundial del Refugiado para “enaltecer la fuerza y el coraje de las personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar para escapar de conflictos o persecuciones”; un día para fomentar la empatía hacia todas las personas refugiadas y desplazadas que, este año, se centrará en el derecho a buscar protección, independientemente del país de origen.
España se ha volcado en los últimos meses para acoger y ofrecer recursos a las miles de personas que se han visto forzadas a abandonar Ucrania a causa de la guerra iniciada por Rusia, pero ¿qué pasa con las personas que proceden de otros países? El alcalde de València, Joan Ribó, ha reclamado que “todas las personas emigrantes son iguales vengan de la guerra que vengan. No puede haber prioridad y deben recibir el mismo trato por parte de las autoridades competentes. En este caso, el Ministerio de Asuntos Exteriores”.
El alcalde, que hacía estas declaraciones tras su encuentro con Parwin Dawar, representante de la asociación de ayuda a mujeres afganas ‘Afgan Women On The Run’, se ha comprometido a “prestar toda la ayuda que podamos desde el Ayuntamiento de València, dado que este es un asunto que depende, sobre todo, del Gobierno estatal”.
Hace seis años València se convertía en ciudad refugio. Desde entonces, la capital del Turia ha abierto las puertas de la ciudad a aquellas personas que huían de sus países. De hecho, en 2018, la sociedad valenciana se volcaba con la llegada del barco Aquarius. “Los recibimos con mucho cariño, pero luego ese cariño no se ha transmitido a determinadas instancias del gobierno del Estado, que no les han dado los papeles que corresponde”, ha matizado Ribó.
Así, este año, con motivo de este día, se quiere poner el foco en el derecho de cualquier persona a buscar protección. Una protección que significa acceso seguro – las fronteras deben permanecer abiertas para todas las personas que se ven obligadas a huir –; no devolución – ninguna persona debe ser obligada a regresar a su país donde su vida corre peligro –; trato humano, es decir, mantener a las familias juntas, evitar detenciones arbitrarias o protegerlas de la trata de seres humanos; así como derecho a la no discriminación.
Programa de acogimiento 'Agermanament Comunitari Valencià'
En 2020, la Comunitat Valenciana ponía en marcha el programa 'Agermanament Comunitari Valencià' con el objetivo de ofrecer un acogimiento de personas refugiadas desde una perspectiva de implicar a su entorno social en su proceso de inclusión. Este programa piloto se está desarrollando en los municipios de València, Alaquàs, Almassora, Calpe y Cocentaina, que acogieron a 23 personas de distintas edades de cinco familias de origen sirio y procedentes de los campos de refugiados que hay en el Líbano.
El proyecto también incluye la provisión de una vivienda y el diseño de un itinerario de formación para sus integrantes, de acuerdo con su experiencia y formación previa, medidas que faciliten el acceso al empleo y el aprendizaje del castellano y el valenciano.
Desde que se pusiera en marcha, se ha estado llevando a cabo un seguimiento y valoración del programa que, como señalaba el director general de Igualdad en la Diversidad, José De Lamo, “está siendo todo un éxito”. De hecho, cuatro de las cinco familias acogidas “ya han pasado por la integración laboral y los hijos e hijas se han graduado en alguna etapa educativa”. Una iniciativa que, sin duda, “ratifica el compromiso de la Comunitat Valenciana como tierra de acogida”.