El 15 de mayo de 2007 se produjo una explosión en la subestación de Patraix, que no solo dejó sin servicio a casi 50.000 clientes de Iberdrola, sino que quedó de manifiesto la peligrosidad de esta instalación que la compañía eléctrica construyó a tan solo doce metros de las viviendas. Una explosión que marcó un antes y un después, y que desencadenó manifestaciones, caceroladas y hasta canciones protesta. A día de hoy, “sigue generando incertidumbre y angustia entre los vecinos”, apunta el presidente de la Asociación Vecinal de Patraix, Toni Pla.
Fue un 12 de mayo del 2009 cuando desde instituciones judiciales se declaró nula la actividad de la subestación eléctrica de Patraix por ser peligrosa. Además, el 7 de enero de 2015 el TSJCV (Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana) ratificó la sentencia anterior alegando que “dicha actividad era peligrosa por riesgo de incendio”. Desde entonces, los vecinos esperan su traslado sin saber si la subestación continúa o no con su actividad: “antes nos avisaban si se tenía que poner en funcionamiento de manera puntual, pero ahora mismo no sabemos nada”, explica el presidente de la Asociación Vecinal de Patraix.
Por su parte, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, durante su visita al barrio de Favara, a principios del mes de octubre, anunció que “hemos hecho ya el cambio en el planeamiento y tenemos toda la tramitación urbanística resuelta en el Ayuntamiento. Estamos esperando el informe de impacto ambiental de la Conselleria y el del Ministerio, para iniciar todo ese proyecto del traslado de la subestación, que además es muy necesario aquí”.
La nueva ubicación de la subestación está clara: el nuevo cauce del río Turia, donde habría una distancia de más de 400 metros de las viviendas, lo que garantiza la seguridad del vecindario. En este sentido, Toni Pla, resalta que “no estamos pidiendo que nos la quiten a nosotros para que se la pongan a otro barrio, sino que la trasladen al nuevo espacio planteado porque, además de poder cubrir su función en la transformación de la energía, se situaría a una distancia suficiente de las viviendas para garantizar la seguridad”.
Asimismo, explica el presidente de la asociación vecinal, “los vecinos pedimos que con el traslado de la subestación, se apostara por soterrarla en la nueva ubicación. Es cierto que es más costoso económicamente hablando, pero es factible. De hecho, las movilizaciones vecinales hicieron que se soterrara la subestación eléctrica que hay en la rotonda del Aqua. Por tanto, la petición no es nada descabellada. Veremos qué se decide finalmente”.
Cabe recordar que, en España, existen sentencias que han obligado al traslado de transformadores, de potencia inferior a la de la subestación de Patraix, a zonas más alejadas de las viviendas. Por eso, no se entiende cómo la de Patraix continúa en el mismo sitio tantos años después.
Mejoras para el barrio de Favara
Por otra parte, el Ayuntamiento de Valencia inyectará un total de 860.000 euros para las obras de reurbanización de la plaza del barrio de Favara y la peatonalización de las calles Folch de Cardona y Ramón de Perellós. Una actuación que ya está en ejecución y que revitalizará esta zona de la ciudad de Valencia.
Como señalaba la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, “destinamos casi 900.000 euros en la reorganización de la plaza; vamos a poner un parque infantil y a peatonalizar todas las calles del entorno, después de haber estado trabajando y hablando con los vecinos y vecinas”. Además, añadió, “estamos haciendo todos los trámites para escriturar y oficializar que la parcela que queda pendiente esté a disposición del Ayuntamiento y hacer también una intervención. De esta manera, completaremos lo que para la asociación vecinal es, desde el año 2006, la plaza de la Esperanza de Favara”.
La Junta de Gobierno Local adjudicó las obras de reurbanización de la plaza el 26 de julio de 2024 a la mercantil Grupo Bertolín, tras la licitación pública iniciada el pasado 28 de marzo de 2024. Las obras están englobadas en el marco de la Estrategia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation. El objetivo es configurar un espacio completo de carácter peatonal claro y legible que resulte atractivo para la ciudadanía, aprovechando los espacios peatonales ya existentes, y que incentive la interacción de Favara con el resto de barrios del distrito de Patraix. De esta manera se generará un eje peatonal seguro que conecta una zona en expansión como es el barrio del Safranar con el de l’Hort de Senabre (distrito de Jesús) y la propia vía vertebradora de la avenida de Gaspar Aguilar. El área de actuación comprende una extensión de unos 6.600 metros cuadrados y está previsto que las obras finalicen en marzo de 2025.
Los servicios municipales han tenido en cuenta a todos los potenciales usuarios y han considerado las diferentes necesidades según edades o condiciones personales. Por ello está prevista, entre otros, la creación de un área infantil de 227 metros cuadrados con un total de siete juegos; la colocación de elementos biosaludables; espacio de calistenia; arbolado; una zona de picnic con tres mesas; 17 bancos; seis aparcabicis y cinco papeleras. El espacio resultante será accesible y seguro, gracias al mobiliario urbano y la iluminación eficiente.