La nueva Plaza de la Reina de València encara ya la recta final de las obras. Y es que será a finales de este mes de julio cuando se abra al público. Un total de 12.000 m² se han recuperado para el disfrute de la ciudadanía, pero la remodelación de una de las plazas más emblemáticas de la ciudad esconde secretos que ha dado a conocer el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, a través de un vídeo de Instagram.
Así, además de las más de 30 especies autóctonas con las que contará la nueva plaza, se han plantado 115 árboles que proporcionarán zonas de sombra. Asimismo, la plaza de la Reina contará con más de 900 asientos y unas pérgolas que se montarán en primavera y se retirarán en otoño para ampliar los espacios de sombra durante los meses de más calor.
En este punto, Grezzi ha explicado que “debido a la imposibilidad de plantar árboles en la zona donde está ubicado el parking subterráneo, y con el objetivo de no tapar los elementos patrimoniales de la plaza, se ha optado por esta infraestructura que ayudará a combatir las altas temperaturas”.
Por supuesto, y atendiendo a las peticiones vecinales, la nueva plaza de la Reina contará con baños públicos, integrados en el espacio, así como con una amplia explanada para seguir desarrollando actividades culturales y tradicionales, como el Mercado de l’Escuraeta o el paso de la Ofrenda durante las Fallas de València.
Para el pavimento, se ha utilizado piedra calcárea – es la misma tipología que se empleó para la Catedral de València – que no solo refleja el sol y evita el calentamiento del suelo, sino que se trata de un tipo de pavimento antideslizante.
Otra de las apuestas en la remodelación de la plaza de la Reina era la puesta en valor del patrimonio arquitectónico que alberga. En este sentido, se ha marcado con árboles la línea de fincas antiguas que formaban el callejón que llegaba a la Puerta de los Hierros.
Además, se han recuperado las antiguas vías del tranvía, que circuló por la misma plaza de la Reina hasta los años 70; y se ha instalado una estatua en homenaje al escultor valenciano Rafael Guastavino, el llamado “arquitecto de Nueva York” que vivió en la plaza de la Reina.
🔍 Els secrets de la plaça de la Reina amb @giuseppegrezzi 👇 pic.twitter.com/UMut0XqTGf
— Joan Ribó (@joanribo) July 20, 2022
Guastavino alcanzó el éxito gracias a la utilización de su patente de un sistema de construcción de bóvedas derivado de la construcción tradicional en la zona mediterránea valenciana, conocida como bóveda tabicada. Al final de su vida, había construido con el sistema que él mismo ideó 360 edificios en Nueva York, un centenar en Boston, además de otros en Baltimore, Washington DC o Filadelfia.
Estaciones ferroviarias, puentes, catedrales, ayuntamientos y museos disponen de este elemento, tan característico en la Gran Manzana, que le valió el peculiar apelativo de arquitecto de Nueva York. Ahora, València recuerda su figura cuando se cumple el 180 aniversario de su nacimiento con una estatua en el mismo lugar donde se encuentra su casa natalicia.