Con el expediente abierto de la caducidad del ATE, lo que sucederá finalmente con el Nuevo Mestalla sigue siendo una incógnita. La concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha comparecido este mediodía en rueda de prensa para presentar el informe sobre este nuevo estadio. Así, ha destacado que “si el VCF quiere los beneficios de la ATE para esto tiene que cumplir los compromisos adquiridos con las administraciones valencianas”. Para ello, plantea un nuevo marco jurídico “para garantizar que los derechos urbanísticos vayan en beneficio de la comunidad pública”.
El València CF presentó hace escasas semanas el proyecto definitivo para la finalización del nuevo estadio. Uno de los aspectos más señalados tanto por las administraciones como por la afición al hacerse público fue el aforo, un compromiso que recogía la ATE para que el estadio pudiera acoger hasta 70.000 personas. Sin embargo, lo presentado por el club apenas supera los 45.000. En el informe se establece que la decisión final sobre la derogación total o parcial de la ATE corresponde a la Generalitat, así como que la aplicación de las plusvalías urbanísticas asociadas a este acuerdo solo estaría ajustada a derecho si el club 'che' garantiza el "pleno cumplimiento" de las obligaciones.
Por tanto, este es tan solo uno de los compromisos adquiridos por el club valencianista que deberá cumplir si quiere que se le concedan licencias urbanísticas con ayudas financieras desde las diferentes administraciones públicas valencianas (Ayuntamiento y Generalitat). En caso contrario, el VCF podría pedir la licencia de obra del nuevo estadio -al ser suyos los terrenos- para retomar las obras, aunque lo haría sin ayuda económica pública.
Además del aforo, para poder conseguir los beneficios urbanísticos, el València CF debe cumplir los compromisos que aún no están cumplidos en la zona del Mestalla actual. Por otro lado, las obligaciones también surgen de la parcela situada en la avenida Cortes Valencianas. Así, es necesaria la ejecución y desarrollo de un estudio de movilidad y las medidas de reurbanización entorno del Nuevo Mestalla, como la construcción del polideportivo municipal así como un museo, un espacio social para los aficionados, oficinas y la puesta en marcha de las obras.
Para poner en contexto la situación, la concejala de Desarrollo Urbano ha expuesto el origen de las relaciones entre el Ayuntamiento y la Generalitat con el club valencianista en 2005. “El Ayuntamiento empezó a colaborar con el club para la construcción de un nuevo estadio para posicionar a València dentro del panorama deportivo nacional e internacional con un estadio cinco estrellas, moderno y con unas características concretas de infraestructuras y medidas de seguridad”, ha explicado.
Ante las complicaciones del club valencianista, la Generalitat entró en juego con la ATE (Adecuación Territorial Estratégica) para continuar con el proyecto y no se quedara a medio camino. Esto se hace porque se llega a la conclusión que la construcción de este nuevo estadio tendría una repercusión económica y directa en beneficio de los valencianos y valencianas. Sin embargo, estas facilidades acabaron cuando caducó esta licencia urbanística el año pasado.
“Había entonces un objetivo muy claro de tener un estadio capaz de atraer grandes eventos nacionales e internacionales y desde nuestro punto de vista es una obligación innegociable que el estadio cumpla las características que se acordaron. Si el aforo es menor que el del actual Mestalla, entonces la ATE no tiene ningún sentido. Defendemos una posición legal acorde a laregeneración urbanística. Si queremos mantener vivos el planeamiento, esos derechos y esa financiación deben ir dirigidos a un estadio con esas características”, ha señalado Gómez.