Los problemas no se acaban para Cercanías València: a pesar de ser verano, las quejas por parte varios usuarios de RENFE siguen incrementándose cada día. A las ya tradicionales demoras y cancelaciones, se unen la falta de personal y la escasa información en estas fechas, además de quejas por el alto precio.
En la última manifestación convocada en abril por la plataforma “Indignats amb Renfe”, ya se denunció la falta de inversión para las rodalías y trenes de media distancia, además de estar “hartos por su supresión, retrasos, recortar horarios y en contra del abandonamiento de las líneas” como la línea Utiel-Aranjuez o Utiel-Tarancón. La plataforma se quejó por la “falta de personal, material y su mantenimiento” y reclamó “priorizar inversiones, reestructurar el servicio, el material y planificar la electrificación de las líneas que queden”.
Estas protestas siguen acumulándose y siguen presentes hasta el día de hoy. Martí Montón, de la Associació Valenciana pel Transport Públic, ha afirmado que desde junio hasta julio ha habido retrasos y trenes cancelados en todas las líneas. “El problema de los retrasos sigue siendo la falta de información, porque llegas a la estación y ves que cada minuto que pasa va retrasándose la salida del tren sin saber nada más que eso” ha manifestado.
Por otro lado, Rafa Villalba, representante de Usuàries Del Tren Valencià, ha asegurado que el “manifestarse y quejarse por esta situación está desgraciadamente normalizado”. “El usuario paga por tener las ventajas que otro medio de transporte no puede proporcionarle: horarios bien estructurados, comodidad, accesibilidad para personas con alguna limitación física y sostenibilidad, y con este servicio no lo encuentran” ha declarado. Además, Villalba dijo que RENFE en vez de proponer soluciones, hace todo lo contrario ya que “no hay responsables” y “no se busca responsabilidades”.
El representante de la asociación ha querido dejar claro que RENFE debería cambiar los precios y volverlos competitivos para incentivar su uso y su modelo de publicidad. “Si Renfe no cambia, no aporta alternativas y no pone en valor el ferrocarril, la ciudadanía lo pasará mal” expresó.