Los refugios antiaéreos que escribieron la historia de València en el subsuelo

El Pleno del Ayuntamiento de València aprueba iniciar los trámites para considerar estas edificaciones como Bienes de Relevancia Local

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Refugio antiaéreo ubicado en la calle Serranos. Imagen: David Rota
Refugio antiaéreo ubicado en la calle Serranos. Imagen: David Rota

La historia de València está escrita en cada una de sus calles y edificios, algunos de ellos emblemáticos como la Lonja de la Seda o las Torres de Serranos o de Quart. Pero los acontecimientos que han ido modelando la ciudad desde hace décadas no solo se ven a pie de calle, sino que también se encuentran bajo tierra. En concreto, los refugios antiaéreos que todavía se conservan en la ciudad escribieron la historia de una de las épocas más fatídicas de la historia de la ciudad: la Guerra Civil.

Precisamente, estas infraestructuras fueron construidas entre los años 30 y 40 del pasado siglo XIX con el objetivo de convertirse en lugares donde la población civil pudiera refugiarse de los ataques directos de las bombas y también de la onda expansiva que estos artefactos provocaban y que podían dañar tanto a la ciudadanía como a los edificios de la ciudad.

En la capital valenciana, se edificaron entre 50 y un centenar de estos refugios que formaron parte de la red de protección durante los años de la contienda que enfrentó al bando franquista y al bando republicano. Algunos de ellos han llegado hasta nuestros días, e incluso pueden ser visitados; mientras que otros todavía no han sido descubiertos, ya que podrían estar bajo edificios y solares de propiedad privada inexplorados hasta ahora.

El Pleno aprueba iniciar los trámites para considerarlos Bienes de Relevancia Local

Es por ello que el Ayuntamiento de València ha impulsado la protección de los refugios que ya han sido encontrados y busca declararlos Bienes de Relevancia Local (BRL). En esa línea, la corporación municipal en el pleno que fue celebrado ayer martes ha aprobado someter a nueva información pública la modificación puntual del Catálogo estructural de bienes y espacios protegidos de naturaleza urbana de València, con el objetivo de incorporar a este catálogo las fichas de protección “Refugios antiaéreos de València” como Bienes de Relevancia Local.

El refugio de Massarojos en València
El refugio de Massarojos en València

El pasado 1 de marzo, la Oficina Técnica de Ordenación Urbanística (OTOU) presentó la
documentación correspondiente para obtener luz verde a la modificación del catálogo e incorporar las fichas de los refugios que pasarían a ser Bienes de Relevancia Local con la categoría de Espacio Etnológico de Interés Local (BRL-EEIL). El documento proponía una ‘ficha general de protección’, en la que se clasifican los diferentes tipos de refugios antiaéreos, así como fichas individualizadas para cada uno de ellos

También se incorporaba un apartado de normas de protección, una justificación de la viabilidad económica y estudio de sostenibilidad económica, un informe de impacto de género, un informe de impacto normativo en la infancia, en la adolescencia y en la familia, y un anexo fotográfico. Asimismo, la intención de la sección municipal de Arqueología es que los refugios que puedan ser descubiertos en un futuro y que estén localizados en propiedades privadas o espacios con difícil acceso también formen parte de este inventario con idénticos criterois de catalogación.

Cuatro refugios visitables

Del medio centeanr de refugios y 200 sótanos habilitados que conformaron la red de protección de los habitantes de la València de 1936, en la actualidad hay cuatro abiertos al público que se pueden visitar para que la ciudadanía se reencuentre con los lugares que hace casi un siglo salvaron la vida de miles de personas durante la guerra.

El primer de ellos es el refugio antiaéreo grupo escolar del Ayuntamiento. Ubicado en la calle Arzobispo Mayoral, 1, y creado bajo una institución educativa ya desaparecida como fue el Grupo Escolar del Ayuntamiento de València. Tenía una capacidad para 700 personas y disponía de bancos de obra para que el alumnado se sentara a esperar a que pasara el peligro. Constaba de cinco naves cubiertas con bóvedas rebajadas de hormigón en las que también contaban con retretes y electricidad.

Interior del refugio antiaéreo del grupo escolar del Ayuntamiento de València
Interior del refugio antiaéreo del grupo escolar del Ayuntamiento de València

El ahora recinto cultural Bombas Gens (en la avenida de Burjassot, 54) también oculta en su estructura un refugio que fue descubierto en 2017 mientras se acometían las obras de rehabilitación de la antigua fábrica de bombas hidráulicas que allí se asentaba. Según las investigaciones, esta guarida ubicada en el subsuelo fue construida con el objetivo de resguardar a los trabajadores de esta factoría. Construido a base de hormigón, este refugio puede proteger a unas 40 personas.

Refugio antiaério Bombas Gens en València
Refugio antiaério Bombas Gens en València

El tercero de los refugios se encuentra en el número 25 de la calle Serranos y es hoy en día uno de los más visitados de la ciudad debido a su céntrica ubicación. Su creación data del año 1937 y, de los que se conservan, es el segundo con más capacidad, ya que en él podían esconderse hasta 400 personas. Está distribuido en tres naves separadas de dos filas de pilares de hormigón que sujetan la cubierta adintelado.

Interior del refugio antiaéreo de la calle Serranos en València
Interior del refugio antiaéreo de la calle Serranos en València

El último de los espacios visitables es el único que, además, se encuentra fuera del término municipal de València. Se trata del refugio antiaéreo ubicado en la pedanía de Massarrojos (en la plaza el Soñador, 8) y que, a diferencia del resto, no está construido con hormigón armado, sino que se encuentra excavado directamente en el suelo aprovechando el sustrato de roca. Su rehabilitación finalizó a finales de 2020 y cuenta con una galería de 125 metros de recorrido que pudo cobijar hasta a 230 personas.

 

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