El pueblo valenciano ha sido un gran ejemplo de solidaridad. Miles y miles de personas voluntarias han recorrido kilómetros para llegar a las zonas afectadas por la DANA, cargados con agua, alimentos, escobas y productos de limpieza, para ayudar a aquellos que lo perdieron todo. Y es que el 29 de octubre, un temporal arrasó la provincia de Valencia provocando graves inundaciones, pero sobre todo, dejando más de 200 víctimas mortales.
Una oleada de solidaridad que ha hecho que la pasarela peatonal, que unía Valencia ciudad con la comarca de l’Horta Sud – la zona cero de la catástrofe – se haya bautizado como el ‘Puente de la Solidaridad’, a petición del Consell de la Joventut y con el visto bueno del Ayuntamiento de Valencia. Pues como expresaba el propio presidente del Consell de la Joventut, Pablo Bottero, “este puente se ha convertido en un símbolo de unión y esfuerzo colectivo, y no solo honraría la memoria de las víctimas, sino que también destacaría el compromiso y la participación activa de la juventud en la recuperación de nuestra ciudad”. En definitiva, señalaba, “un recordatorio permanente de la importancia de la solidaridad y la colaboración intergeneracional”.
Unas muestras de solidaridad tan sorprendentes desde el día después de esta devastadora catástrofe que ha traspasado las fronteras de la Comunitat Valenciana. Y es que son cientos los camiones que han llegado hasta el territorio valenciano con donaciones, pero también son muchas las personas y empresas que han querido aportar su granito de arena. Un ejemplo ha sido el de dos hosteleros de Palencia que se trasladaron hasta Algemesí, durante tres días, para cocinar desayunos, comidas y cenas para todas las personas afectadas.
Como explicaba Roberto Espeso, de Gallery Palencia, a este diario, “hemos formado un equipo junto con Luis Metodio del restaurante La Traserilla, también de Palencia, y nos hemos trasladado hasta Algemesí para ofrecer nuestra ayuda. Hemos estado repartiendo cerca de 5.000 raciones diarias. Sin duda, ha sido la experiencia más gratificante de nuestra vida y nos da una pena inmensa tener que irnos”.
Este es, tan solo, un ejemplo de las muchas iniciativas que se han puesto en marcha para aportar ese granito de arena en todos los ámbitos sociales.
Acciones solidarias
Son muchas las acciones que se han activado durante estos días para atender a todos los sectores afectados. Podemos poner como ejemplo la Unió Llauradora i Ramadera que puso a disposición sus tractores y palas para colaborar en los trabajos de retirada de barro y coches de la vía pública para despejar calles y carreteras.
En el ámbito de la salud mental, Grupo ASV y la Fundación Salud y Persona se unieron para ofrecer ayuda psicológica gratuita a través de un teléfono que está activo las 24 horas del día. Se trata del 900 670 220. Un teléfono gestionado por psicólogos especializados que no solo está dirigido a aquellas personas que han perdido a un familiar en esta tragedia, sino también para todas aquellas personas que, de un modo u otro, se han visto afectadas por la catástrofe.
Y es que como apuntaba Patricia Marín Maicas, directora del Centro de Promoción de la salud y prevención de la Universidad Internacional de Valencia, en una entrevista para València Extra, “una vez pasados los momentos iniciales en los que las necesidades básicas son esenciales para asegurar la supervivencia de las personas, es esperable que aparezcan a posteriori episodios de dificultades relacionadas con la salud mental debido al alto impacto del suceso en personas de cualquier edad o condición socioeconómica. Por ello, una de las cuestiones esenciales es ser capaz de contar con los recursos necesarios para afrontar esta presumible demanda que afectará a la población especialmente dañada, pero también extensiva a personas de la población general que hayan podido colaborar en las tareas de voluntariado, así como familiares y amigos de personas afectadas”.
Además, el grupo voluntario ‘Ajuda Dana’ también habilitó el teléfono 626 675 591 para atender a las personas mayores afectadas, uno de los colectivos más vulnerables. Algunas de las ayudas que se podían solicitar a través de este número era la de limpieza y desescombro, alojamiento temporal, equipo de rescate, apoyo psicológico, transporte, distribución de alimentos, asistencia médica o apoyo logístico.
Por último, pero no por eso menos importante, la DANA ha arrasado numerosos comercios que no solo son esenciales para la reactivación económica de esta comarca, sino que representan el trabajo de toda una vida. Por eso, además de la campaña ‘Adopta un comercio’ para colaborar económicamente en la reconstrucción de estos pequeños comercios locales; también se ha creado la plataforma ‘Revive Valencia’, que tiene como objetivo apoyar en cuestiones de comunicación y digitalización – diseño gráfico, marketing digital, comunicación, etc. – para facilitar su recuperación.
Pasará el tiempo y posiblemente estas muestras de solidaridad vayan disminuyendo, pero si hay algo que piden los afectados por la DANA es que esta tragedia no se olvide; porque la recuperación de la comarca necesitará tiempo y la ayuda seguirá necesitándose más adelante.