València se prepara para afrontar cambios importantes en la movilidad de la ciudad. De hecho, la alcaldesa María José Catalá ya ha anunciado algunas de las principales modificaciones que se llevarán a cabo en los proyectos puestos en marcha por el anterior equipo de gobierno. Cambios que afectarán a proyectos estrella, como la calle Colón, el Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella o la creación de las supermanzanas en varios barrios de València.
Pero, ¿en qué consistirán estos cambios? Sin duda, la calle Colón será donde se produzcan los cambios más significativos. En estos momentos, se está llevando a cabo un estudio para analizar los “puntos negros” de una de las principales arterias de la ciudad con el objetivo de “eliminar el tráfico de entornos históricos y mejorar la seguridad de la calle Colón”, ha remarcado la alcaldesa María José Catalá.
De esta manera, se reestructurará la planta viaria añadiendo un carril más para el tráfico rodado y eliminando un carril para el transporte público, pasando de dos a uno. Con este cambio, se pretende disminuir el tráfico de otras vías, como Poeta Querol, que cuenta con dos monumentos declarados Bien de Interés Cultural, como la iglesia de San Juan de la Cruz y el Palacio del Marqués de Dos Aguas, o la calle de la Paz que, en palabras de Catalá, “sufren ahora un colapso”.
Asimismo, otros de los cambios que podrían ejecutarse serían la ampliación de la anchura de las zonas de carga y descarga; las de aparcamiento de motos y la reversión del acceso a Colón a través de la calle Grabador Esteve.
Ciutat Vella
Respecto al Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella, la alcaldesa de València ya ha adelantado que, en los próximos días, se presentará el nuevo proyecto de movilidad para este distrito que “ha sido consensuado con colectivos vecinales y de comerciantes”. Todavía se desconocen los detalles, sin embargo sí que se ha avanzado que aunque no se apagarán todas las cámaras de vigilancia, se incorporarán modificaciones que faciliten el día a día.
Sobre la mesa, se barajan algunas de las peticiones de los colectivos afectados, como ampliar el número de autorizaciones de acceso y las matrículas permanentes habilitadas; así como la incorporación de cámaras a nuevos puntos, como la plaza del Furs o las calles Pintor Zariñena o Pintor Domingo.
Adiós a las supermanzanas
Por último, Catalá ha puesto punto y final a los proyectos de supermanzanas que ha calificad de “una plaza pintada en el suelo” para sustituirlos por otros proyectos de reurbanización. Por el momento, València cuenta con una única supermanzana, la de la Petxina, y todo apunta a que será también la última.
En este sentido, la alcaldesa de la ciudad ha explicado que la supermanzana proyectada en Orriols se convertirá en un proyecto de reurbanización, mientras que la de La Roqueta, que se encuentra en fase de estudio, se convertirá “en una plaza en condiciones”.
Por su parte, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, ha lamentado la decisión de Catalá de renunciar a las supermanzanas a pesar de que “los informes sobre el impacto de la actuación en la Petxina evidencian una mejora sustancial tanto en la calidad del aire como en los niveles acústicos”.
Así, Gómez se ha mostrado tajante al señalar que “renunciar a las supermanzanas es renunciar a una València mejor, que mira al futuro en un contexto de cambio climático, y más cuando hemos vivido uno de los veranos más cálidos de nuestra historia”.