La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de València ha establecido el Plan de Actuación 2017 en la lucha contra el mosquito tigre, que se articula alrededor de cuatro objetivos fundamentales. El primero de ellos es el control de la población para que se mantenga dentro de los límites tolerables para la salud; el segundo es el cartografiado de focos que permita conocer la situación general de la ciudad y los puntos con mayor actividad; el tercero, la elaboración de un mapa de riesgo del municipio y, en cuarto lugar, seguir trabajando en las vías de comunicación con los ciudadanos, tanto para la gestión de los avisos como para las campañas de concienciación.
El mosquito tigre fue detectado en 2014 en el área metropolitana de València y en 2015 en València ciudad. Su control es uno de los ejes centrales de la actividad que contra las plagas desarrolla el Ayuntamiento a través de la Concejalía de Sanidad. “Este gobierno municipal trabaja desde el primer día contra esta nueva plaga que, por la experiencia de otras ciudades donde la padecen desde hace años, sabemos que ha venido para quedarse. Somos conscientes del problema y lo combatimos con todas las medidas a nuestro alcance”, en palabras de Maite Girau, concejala de Sanidad.
El mosquito tigre está considerada una de las 100 especies con mayor potencial invasor, debido principalmente a la plasticidad que presenta; es decir, que se adapta extraordinariamente bien a hábitats diferentes a los originarios a su especie. Esta es la razón que explica su rápida expansión.
Sus puestas pueden ser de 80 a 140 huevos, que se dispersan en diferentes lugares con pequeñas cantidades de agua estancada. El mosquito tigre necesita agua estancada durante una semana aproximadamente para completar la fase acuática de su ciclo, por lo que la mayoría de las actuaciones se dirigen a prevenir la existencia de esas acumulaciones de agua, o al menos a impedir que reúnan las condiciones óptimas para el desarrollo de las larvas.
“Es en este punto donde la colaboración ciudadana resulta imprescindible si queremos afrontar con éxito la prevención en la propagación de este insecto. Es necesario revisar continuamente pequeños objetos que de forma habitual mantenemos con agua (cubos, botes, juguetes, bebederos de animales, platos de macetas, etc.), lo que nos ayudará a impedir su propagación”, ha declarado Maite Girau.En los datos recogidos en 2016 se observa que la actividad del mosquito tigre se presenta en verano, principalmente hacia finales de la estación y permanece activa hasta últimos del mes de noviembre. Los lugares en los que se ha detectado más su presencia ha sido en imbornales y jardines.
La lucha contra el mosquito tigre no es una actividad estacional, sino que se extiende a lo largo del año con distintas actuaciones. Los productos que se están empleando son de última generación y, además, biodegradables, entre los que cabe destacar desde concentrados bacterianos específicos para la larva del mosquito, hasta pintura insecticida formada por biopartículas microencapsuladas de gran resistencia y baja en toxicidad.
Todas las actuaciones que se desarrollen en 2017 serán georreferenciadas mediante tecnología GIS de última generación con lo que se espera obtener un incremente del 70% en su eficacia. Como herramientas, se utilizan cámaras termoespectrales de detección fuera del ambiente urbano conforme a la normativa actual.