La Asociación Vecinal de Patraix ha sido uno de los principales puntos de recogida y distribución de alimentos y productos de primera necesidad para los afectados por la DANA de Valencia del pasado 29 de octubre, pero además, era el más próximo a la zona cero. Por tanto, como explica el presidente de la asociación vecinal, Toni Pla, a este diario, “la solidaridad ha sido conmovedora”. Miles y miles de personas se han ido acercando, durante 20 días, a esta sede para aportar su granito de arena en esta trágica catástrofe. Desde allí, cada día, partían camiones, habilitados por el Ayuntamiento de Valencia, cargados de solidaridad.
“Nosotros teníamos claro que, en una emergencia de estas características, la coordinación era esencial. Siempre lo hemos hecho así, como con el incendio de Campanar. Por eso, nos pusimos en contacto con la Federación Vecinal de Valencia y, en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, se crearon cinco puntos de recogida y distribución en la ciudad – entre ellos la sede de la Asociación Vecinal de Patraix – para organizar y coordinar la recogida de productos y asegurarnos de que llegara al destino. Se ha tratado, en definitiva, de canalizar todas las muestras de solidaridad para que fueran efectivas”.
Hasta la plaza de Patraix se han llegado a desplazar personas procedentes de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Jaén, Huelva, Soria, Bilbao, Granada y hasta de Toulouse (Francia). “Llegaban con los maleteros cargados y nos daban fuerzas para seguir adelante con todo el trabajo que se ha llevado a cabo, gracias a los voluntarios que nos han ayudado. La sede ha estado abierta todo el día, los siete días de la semana”. Pero, además, explica Pla, “también funcionábamos como un intermediario para canalizar todas las ayudas que llegaban. Por ejemplo, nos llamaban para decirnos que tenían un camión cargado de mangueras, no tenía sentido que lo trajesen a Patraix. Así que llamábamos a los números que teníamos para que la entrega se hiciera en la misma zona afectada”.
Aun así, el presidente de la Asociación Vecinal de Patraix asegura que “ha faltado mucha coordinación, y esto tiene que ser lo primordial para no colapsar centros de distribución y para no generar frustración, como ha ocurrido”.
“Cambiamos todos los planes”
La DANA paralizó el rumbo de la ciudad. Como explica Toni Pla, “nosotros teníamos todo preparado para la celebración de Halloween, con más de 400 niños y niñas apuntados. Cada año, hacemos una gran fiesta con túnel de terror, actividades y una merienda popular. Ya lo teníamos todo montado, pero cuando vimos lo que sucedió ese 29 de octubre, enseguida lo cancelamos y acondicionamos la sede para poder ayudar a los afectados, y así lo hemos hecho durante 20 días de manera ininterrumpida”.
La primera fase se centró en la recogida de productos de primera necesidad. Poco a poco, y conforme se cubrían esas primeras demandas, nos focalizamos en recoger lo que se iba necesitando en cada momento: productos de higiene, de limpieza u otros materiales más específicos. Este miércoles, la sede vecinal de Patraix cerraba ya este punto de recogida y distribución. “Todo tiene sus tiempos, y ahora es momento de ofrecer una ayuda más centrada en otro tipo de necesidades”.
Por este motivo, Pla avanza que el próximo lunes presentarán una iniciativa para seguir manteniendo viva “la llama de la solidaridad”. “Creemos que sorprenderá y gustará mucho esta acción solidaria que vamos a lanzar, porque es momento de pasar a una nueva fase de voluntariado para ayudar a los municipios afectados”.
Además, ha concluido Toni Pla, “también ha llegado el momento de recuperar la actividad y las reivindicaciones de la Asociación Vecinal de Patraix. Es momento de recuperar el pulso y de seguir trabajando para ayudar al barrio y los vecinos y vecinas que más lo necesitan, como siempre lo hemos hecho”.
World Central Kitchen se instala en Valencia
Y otra muestra solidaria de gran valor es la de World Central Kitchen, que provee de comida caliente y bocadillos a las zonas afectadas por la DANA. El Ayuntamiento de Valencia ha cedido a la ONG el Tinglado 2 del puerto, así como las oficinas anexas como centro logístico para facilitar la ayuda tanto a los pueblos de Valencia, como a su área metropolitana.
El Ayuntamiento también les ha facilitado agua, luz, contenedores de residuos y recogida de basura y contenedores de refrigerado. Además, los bomberos de València han revisado la instalación de gas.
La alcaldesa, María José Catalá, ha avanzado que “estamos muy contentos con esta colaboración. Han sido determinantes en la ciudad y fundamentalmente en los municipios del área metropolitana y es una de las formas con las que Valencia ayuda al área metropolitana. Ahora mismo se envía comida caliente a la Torre, porque no ha abierto todavía prácticamente ningún comercio, y a otras pedanías de Valencia aunque la mayor parte de las raciones las destinamos a los municipios afectados”.
World Central Kitchen es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que se dedica al abastecimiento de comida en zonas afectadas por desastres naturales. Fue fundada en 2010 por el chef José Andrés y operó por primera vez en el terremoto de Haití.