Los efectos del cambio climático cada vez más evidentes provocan, entre otras cosas, que las administraciones públicas comiencen a impulsar iniciativas de prevención en caso de que algún fenómeno relacionado con esto ocurra. Respecto a un posible período de sequía prolongado, el parque natural de l'Albufera no debería sufrir, en un principio, graves afectaciones, ya que tiene un caudal ecológigo garantizado.
En la jornada de ayer tuvo lugar la presentación del 'Plan de Emergencia por sequía del abastecimiento de València', por el que la capital del Túria rige una serie de actuaciones a llevar a cabo en caso de sequía o escasez de agua. Dentro de estas medidas, se incluyen aspectos relacionados con el parque natural de l'Albufera.
La más destacada de ellas es, en caso de sequía, la creación de un Comité de Seguimiento sobre el parque natural de l'Albufera, en la que deberá estar presente la concejalía de Devesa-Albufera. Esto es, para garantizar la situación hidrológica en l'Albufera, que ya no depende exclusivamente de las aportaciones de los sobrantes que, además, eran voluntarias.
A principios del mes de abril, se acordó que en el Plan Hidrológico de cuenca de la Confederación Hidrográfica del Júcar figurará un caudal ecológico garantizado para l’Albufera de València en invierno.
Por ello, la concejala del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de València, Elisa Valía, destaca que "l'Albufera ahora mismo está viviendo un momento esperanzador porque un acuerdo histórico que se produjo entre todas las administraciones, en el marco del nuevo Plan Hidrológico, garantiza unas aportaciones suficientes" al lago "para mitigar el problema de la aportación de agua limpia".
"Ya se ha comunicado que se iba a proceder a un desembalse técnico desde el sistema del Túria a la Albufera", subraya la también responsable de la Emshi, que detalla que este "no se produce de una" vez sino a lo largo de un tiempo. En este caso, apunta que "durante un mes y medio o dos meses" se estará "desembalsando del sistema Túria a la Albufera".
Elisa Valía detalla que se buscan los momentos en los que "hay más disponibilidad de agua y se puedan producir los aportes", por lo que todas las actuaciones están siempre "en coordinación con la CHJ, la Generalitat, el Ayuntamiento --de la capital valenciana, al que pertenece el lago aunque linda con otras localidades-- y la junta del parque".
"La salud de la Albufera se va ver beneficiada por un desembalse de agua limpia y de calidad", remarca la concejala a la vez que reconoce que "uno de los problemas que afecta" a este entorno natural es "que el agua que le llega no siempre es de la calidad que necesita un ecosistema como el lago y el parque natural" que la rodea.
Por su parte, el presidente de la CHJ, Miguel Polo, coincide en señalar que es "evidente" que "la Albufera en situación de sequía también vería reducido su aporte", teniendo en cuenta que gran parte de "su demanda, de su requerimiento hídrico, depende de los regadíos".
Plan de sequía
El plan de sequía presentado ayer contempla más aspectos además del que pertoca a l'Albufera. Una de las medidas que recoge esta nueva hoja de ruta insta a que la Ordenanza de Agua de la ciudad de València contemple incentivos para primar el ahorro de agua, dado el escenario de emergencia climática actual. Cabe recordar que hoy se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2022.
Este nuevo plan se ha centrado en establecer indicadores que pueden seguirse en coordinación con los establecidos por la CHJ, incorporar una serie de medidas concretas para incrementar la resiliencia del abastecimiento e incorporar elementos que mejoran la visión holística de la sequía, no sólo ciñéndose a la calidad y cantidad de agua tratada, sino también a aspectos medioambientales.
Además de incentivar el ahorro de agua, la nueva hoja de ruta también contempla la penalización mediante la posibilidad de implantar un canon de escasez a aquellos usuarios que, ante una situación grave, como es la entrada en el escenario de Emergencia, no presenten una actitud responsable y no sean capaces de reducir su consumo en un porcentaje previamente establecido.
El nuevo plan contempla otras medidas, como el seguimiento de las variables de referencia, despliegue de campañas de concienciación para el ahorro de agua, la activación y seguimiento de los Planes de Emergencia de Grandes Consumidores (hoteles, restaurantes, centros sanitarios, centros educativos, centros sociales, etc.), reducción del volumen de agua suministrada limitando los usos urbanos de los sistemas públicos municipales no esenciales, como el baldeo de calles, las fuentes ornamentales, así como los volúmenes utilizados en cementerios, instalaciones deportivas y duchas y lavapiés de playa.