València continúa con su apuesta por la eficiencia energética. En un momento en el que el precio de la energía se está disparando y ya se considera un recurso limitado, es necesario optar por fuentes de energía renovables y, por descontado, por reducir el consumo energético. Desde el Ayuntamiento de València no solo se han ido instalando placas solares en distintos edificios municipales, sino que se está llevando a cabo un trabajo transversal para alcanzar ese objetivo de convertir la capital del Turia en una ciudad climáticamente neutra en 2030.
Así, teniendo en cuenta que el Palau de la Música de València “es el segundo edificio municipal que más energía consume de la ciudad” – como ha apuntado la presidenta y concejala de Cultura, Gloria Tello – aprovechando su rehabilitación integral, se tendrán en cuenta parámetros medioambientales para la reducción del consumo energético.
De hecho, como han explicado durante la visita a las instalaciones para informar del inicio de las obras, no solo se procederá al cambio de luminarias y proyectores de tipo LED, sino que se cambiará tanto el sistema de calefacción y refrigeración – de arriba a abajo – como las vidrieras de lo que se conoce popularmente como invernadero. Con estas actuaciones, ha señalado el alcalde de València, Joan Ribó, “conseguiremos que el gasto energético del Palau de la Música se reduzca en un 50%”.
Sin duda, una actuación de gran envergadura que mejorará la calidad acústica de este espacio, además de convertir el Palau en un edificio renovado y modernizado, aunque sin perder su esencia. Como ha confirmado el alcalde de la ciudad, pese al retraso de las obras a causa de dos recursos interpuestos durante el proceso de licitación, “trabajamos dentro de los parámetros de poder tener terminado el Palau en julio de 2023”.
Otras acciones para reducir el consumo energético
Además de estas actuaciones en los edificios municipales, desde el Ayuntamiento de València se están llevando a cabo otras iniciativas, como la instalación de un dispositivo de olas en el ámbito de la Marina, que servirá para generar energía eléctrica. Un proyecto pionero que se espera que esté operativo el próximo año y que generará unos 130.000 kilovatios al año, lo que equivale a reducir en 16 toneladas la producción anual de CO₂ de la ciudad.
El sistema consiste en la instalación en el mar de un dispositivo, parecido a un flotador, que está conectado a un brazo hidráulico, y que ocupa una superficie total de 105 metros cuadrados. La reflexión del oleaje sobre el mismo menaje vertical provoca el aumento de la altura de ola y, por lo tanto, de la energía del oleaje.
Asimismo, desde el consistorio se está estudiando tanto la posibilidad de crear una compañía de energía dirigida y gestionada por el gobierno local, pero que contara a su vez con capital privado, lo que permitiría abaratar los costes de la electricidad y avanzar en la producción de energías renovables; como en el uso del hidrógeno verde como carburante para los autobuses urbanos, ya que al fabricarse a través de la electrólisis del agua, un proceso abastecido con energía renovable, no genera ningún residuo.
Finalmente, cabe destacar las Oficinas de la Energía donde se proporciona asesoramiento personalizado a la ciudadanía, con el objetivo de que la eficiencia energética empiece desde los propios hogares. En este punto, el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramón, ya anunció que la ciudad de València contará, a partir del próximo semestre, con dos nuevas oficinas – en el mercado de Torrefiel y en el parque del Oeste –.
Por lo que respecta a la oficina ambulante, esta estará también en activo durante el segundo semestre del año y su horario será el mismo que el de las oficinas físicas. En este caso, la finalidad es acercar la Oficina de la Energía a todos los pueblos del área metropolitana de València.