La alcaldesa de València, María José Catalá, y la consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, han visitado este lunes los trabajos que se están realizando en el entorno de la calle Xàtiva y Alacant para la creación del cañon peatonal que unirá la Línea 10 con el resto de la red de Metrovalencia.
Unas obras que avanzan a buen ritmo y cuyo plazo de ejecución finalizará dentro de un año, ya que se espera que estos trabajos estén acabados en marzo de 2025. Esta futura infraestructura permitirá a los usuarios de la red de Metrovalencia realizar una conexión rápida y peatonal mediante un transbordo entre las líneas 3, 5 y 9 y el tranvía de la Línea 10.
Así, este proyecto cuenta con un presupuesto de 22 millones de euros y constituye el "primer paso" —ha explicado Pradas— del plan de expansión 2023-2030 que prevé llevar a cabo la conselleria para crear nuevas conexiones ferrovarias en transporte público en la capital valenciana.
Un plan que se concreta en tres aspectos principales: completar la Línea 10 hacia el norte de la ciudad, desarrollar la red hasta la fachada marítima mediante la Línea 11 (que discurrirá por la avenida del Puerto) y planificar la futura Línea 12 que llegará a La Fe y el barrio de Malilla.
Modificación en el proyecto del cañón para asegurar la ampliación de la L10
Tal y como ha asegurado Catalá durante la visita, el proyecto inicial del cañón peatonal de la L10 licitado durante la pasada legislatura no incluía la prolongación de esta línea hacia el Mercado Central y el norte de la ciudad. Es por ello que la primera edil ha asegurado que se han realizado cambios en la planificación de la obra para que esta línea pueda ampliarse en el futuro y llegar hasta los barrios de Orriols, Torrefiel, Benicalap y Ciutat Fallera.
"Para nosotros, limitar la L10 fue un error y hemos podido reconducir esta obra para conseguir que no se impida la futura conectividad de este cañón con la L10. Hemos conseguido que no termine en un muro, sino que la obra esté diseñada para que esta zona se pueda conectar con el Mercado Central y con el norte de la ciudad", ha expuesto Catalá.
Aún así, la alcaldesa no ha hablado de una fecha en la que la ampliación de la L10 será una realidad, ya que ha destacado la necesidad de que sea una "decisión consensuada con los comerciantes y las asocaciones vecinales" del entorno del Mercado "porque las obras son complejas y no queremos perjudicar al comercio".