El nuevo Palau de la Música de València estará acabado este verano. Según los plazos previstos, las obras podrían terminar a principios del mes de julio de 2023. Así lo ha avanzado el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, que ha visitado el avance de la actuación junto con las concejalas de Gestión de Recursos y Recursos Culturales, Lluïsa Notario y Gloria Tello.
“Se trata de unas obras complejas, pero que dejarán este Palau de la Música como un Palau adaptado a la situación actual con un rendimiento energético adecuado porque queremos ser una ciudad descarbonizada energéticamente”, ha señalado el alcalde.
Por su parte, Notario ha especificado que “estamos ante un proyecto de rehabilitación muy ambicioso. Cuando se proyectó, no se planteó solo como una reparación del techo. Es una oportunidad para hacer una rehabilitación integral del edificio en unos parámetros de recuperación de la esencia original, pero adaptado al siglo XXI”. Así, según la concejala, “las cristaleras, la nueva climatización de las salas y las placas fotovoltaicas bajarán muchísimo el consumo energético del edificio”.
Las obras del Palau de la Música de València comenzaron en abril de 2022 con un presupuesto final de 11.393.527 euros, de los que tres millones están subvencionados por los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea y, más concretamente, del programa europeo de impulso a la rehabilitación de edificios públicos municipales.
En estos momentos, y a seis meses de la finalización de las obras, la rehabilitación avanza según lo previsto. Ya se han llevado a cabo tareas de desmontaje y demolición, se han protegido los pavimentos interiores, se ha desmontado la trompetería, se ha protegido el órgano, se han desmontado y almacenado las butacas de las salas y se está trabajando simultáneamente en todo el edificio, es decir, la sala Rodrigo, la sala Iturbi, el vestíbulo, la fachada, la sala de exposiciones y en la climatización del edificio.
Entre las principales modificaciones, ha destacado Ribó, están “los cambios en la madera para mejorar la sonoridad; los cambios en la refrigeración para reducir el consumo energético y eliminar las humedades; así como el cambio de las cristaleras del vestíbulo o la instalación de plazas solares”.