El agua vuelve a brotar de las fuentes ornamentales del Parc Central de València, pero lo hace de una manera diferente. Tras comprobar que el parásito cryptosporidium, por el que diez niños se infectaron el pasado mes de julio, ha desaparecido, el Ayuntamiento de València ha puesto en marcha una serie de medidas preventivas. Entre ellas, destaca una sanción de hasta 750 euros a aquellos que utilicen las instalaciones fluviales del parque para bañarse.
Así lo ha indicado esta mañana el portavoz del Partido Popular, Juan Carlos Caballero, quien también ha insistido en que “las fuentes ornamentales no son piscinas”. Muchos ciudadanos hacían un mal uso de las albercas, ya que adultos, niños y mascotas las utilizaban como zonas de baño. “El problema es que se bañaban en un agua estancada y eso provocó la aparición de esta bacteria”, ha apuntado Caballero.
En este sentido, se ha cambiado por primera vez la señalítica del parque, en la que aparece el artículo del reglamento por el que, además de advertir de la prohibición, también lo hace de la sanción de 750 euros que uno deberá abonar si incumple la normativa. Se trata de una medida que pretende concienciar a la ciudadanía sobre el respeto hacia el entorno del Parc Central, ya que “se puede disfrutar de él, pero con cabeza”.
Otra de las tareas para preservar el entorno del parque y que se está llevando a cabo desde el Ayuntamiento de València es el incremento del sistema de vigilancia. De esta manera, la Policía Local ha dispuesto en las instalaciones del parque más operarios con el fin de asegurar el cumplimiento de la ordenanza municipal. También se han implementado una serie de cámaras de vídeo para reforzar esta medida.
En cuanto al mantenimiento de las fuentes y estanques del Parc Central, Caballero ha señalado que se intensificarán los sistemas automatizados de la cloración de estas, con el fin de mejorar la calidad del agua. “Estamos trabajando junto a la Generalitat para realizar periódicamente análisis en los aljibes, canales y láminas de agua y, así, comprobar su estado”, ha añadido el portavoz del grupo municipal.
¿Cuál es el límite entre bañarse y refrescarse?
La nueva sanción ha generado dudas entre cuál sería el límite entre darse un baño y refrescarse. Ante esta disyuntiva, el concejal de Mejora Climática y Gestión del Agua, Carlos Mundina, ha aclarado que en el Parc Central “existen bebederos donde el agua es potable. Ahí está permitido el baño, pero el resto son albercas que sirven como acompañamiento de la vegetación del parque. Seamos responsables”.
Uno de estos espacios del Parc Central en los que se autoriza el baño es en el juego de surtidores, rodeado por un banco de 289 metros lineales, que sirve como zona de descanso.