“Si se mantienen las previsiones climáticas y a no ser que se produzca un cambio radical del tiempo, mañana también habrá que suspender la mascletà ya que se espera un viento más fuerte que hoy y con esas condiciones no se puede disparar por la seguridad de las personas”, ha explicado hoy Aarón Cano, concejal de Protección Ciudadana, Bomberos y Protección Civil.
La mascletà de mañana peligra. Tras la mala noticia de la suspensión de la mascletà de hoy, la mirada está puesta en el espectáculo de mañana, que debería correr a cargo de Ricardo Caballer.
El pirotécnico se muestra pesimista ante lo que pueda pasar mañana. “Si hoy se ha tenido que suspender no hay ningún razonamiento para que mañana se dispare”, ha comentado. Para mañana, se prevén vientos con rachas más fuertes e intensas que las de hoy.
Pero, ¿cuál es el peligro de lanzar una mascletà con viento en la Catedral de la Pólvora? En caso de que una carcasa explotase en malas condiciones, podría caer sobre los espectadores y causar heridos. Si no hay aire, en caso de que se produjera ese fallo, el material pirotécnico cae dentro de la zona de seguridad, a 30 metros de distancia de los espectadores, y entonces no puede dañar a nadie.
La cancelación de la mascletà de ayer se ha hecho con el límite de viento permitido. La Junta Central Fallera anunció la cancelación del acto a propuesta de Bomberos al estar cerca de los 35 Km/h, tal y como publicaba su Twitter oficial. La normativa determina que cuando soplan rachas de más de 40 kilómetros/hora no se puede hacer el espectáculo porque la seguridad del público peligra.
“Si se supera el nivel de viento permitido, no se autoriza a disparar los fuegos aéreos, pero claro una mascletà es un espectáculo conjunto que consta de terrestres y aéreos, por tanto, si no se puede disparar una parte no tiene sentido disparar la otra, sería una mascletà incompleta que no se celebraría en óptimas condiciones”, comenta Caballer.
La mascletà de mañana, en caso de que se lance, disparará desde todos los puntos de la plaza del Ayuntamiento en todo momento con un total de 229 kilos de material pirotécnico y una duración concreta: 6 minutos y 4 segundos en los que hará vibrar al público asistente. El objetivo era “reinventar” el concepto de mascletà con un espectáculo completamente innovador.