Miguel del Rey, el arquitecto que llevará a cabo la remodelación definitiva de la plaza del Ayuntamiento de València, ha abogado, esta mañana, por una peatonalización completa de la plaza, lo que supondría desviar el paso de la línea C1 de la EMT por las calles secundarias, por la calle Pérez Pujol. No obstante, se plantearía el paso de microbuses por esta calle al ser más estrecha.
Esta medida, ha avanzado Levante, permitiría liberar el espacio de enfrente del edificio de Correos. Para ello, el arquitecto propone crear un jardín de esculturas que, además, pondría en valor uno de los edificios emblemáticos de la plaza del Ayuntamiento de València.
Miguel del Rey ha realizado estas declaraciones en la presentación del nuevo logotipo ‘València, Ciudad de Plazas’ que ha tenido lugar, esta mañana, en el Ágora de la plaza del Ayuntamiento, por parte de la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez.
Gómez ha realizado hoy un balance de las acciones ejecutadas desde 2015 y los proyectos de futuro hasta 2025, que incluyen un total de 40 plazas en 27 barrios. Todo ello supone una inversión total de 60 millones de euros y la reurbanización de más de 271.000 m2 de espacio público (el equivalente a 36 campos de fútbol). En el marco del Día Internacional del Urbanismo, 8 de noviembre, Sandra Gómez ha reiterado la voluntad del gobierno municipal de continuar con la transformación de València hacia una ciudad “más sostenible, más abierta y, sobre todo, más humana”.
Así, como ha subrayado Gómez, “València Ciutat de Places es uno de los proyectos más importantes que estamos llevando a cabo desde la Delegación de urbanismo, no sólo por el volumen de actuaciones que comprende, sino también por la repercusión y aceptación positiva que está teniendo entre los vecinos y vecinas de la ciudad”. “Tanto es así –ha añadido- que ha sido uno de los pilares en la declaración de nuestra ciudad como Capital Verde Europea 2024, por lo que supone la estrategia de recuperación y renaturalización del espacio público de nuestra ciudad”.
Desde el inicio de esta política en el mandato 2015, y hasta el actual 2022, el Ayuntamiento ha realizado ya 18 obras de plazas en 14 barrios distintos con una inversión de 23 millones de euros, que han supuesto la reurbanización de alrededor de 64.000 m2 (el equivalente a 8,5 campos de futbol). Los ejemplos más recientes, finalizados este mismo año, son las plazas de la Reina, del Mercat, Ciudad de Brujas, o la calle Torrent, “que desde el primer día han tenido una gran aceptación por parte de los vecinos y vecinas”, ha afirmado la vicealcaldesa y concejala.
Ello se suma a las primeras actuaciones impulsadas, por ejemplo en las plazas de San Marcelino, Rojas Clemente, San Sebastián, o la plaza de Lorenzo de la Flor en el Cabanyal. “Se trata de plazas ya muy consolidadas en sus barrios como espacios de referencia, y que es evidente que han conseguido reactivar la vida urbana en su ámbito de influencia”, ha añadido Gómez.
Los proyectos de futuro
En un acto en el que han participado los arquitectos y arquitectas y las empresas responsables de la mayoría de estas actuaciones de transformación urbana, Sandra Gómez se ha centrado especialmente en los proyectos de futuro, los que en estos momentos están en fase de proyecto o en ejecución de obra hasta 2025. En total son 22 nuevas plazas en 19 barrios distintos, con una inversión de 37 millones de euros, y que suponen reurbanizar más de 207.000 metros cuadrados de superficie (lo que serían 28 campos de futbol).
Estos proyectos son: la plaza sita alrededor de la Estación del Cabanyal, una iniciativa que funcionará a modo de entrada peatonal al barrio y que generará un nuevo ámbito verde en el distrito Marítimo como símbolo de la consolidación del barrio; la plaza de Roma, en Nou Moles, muy próxima a uno de los centros municipales de actividades para personas mayores, CMAPM, más grandes de la ciudad; el entorno del Mercado de Torrefiel, del que la vicealcaldesa ha asegurado que será un caso de éxito comercial similar al de Rojas Clemente; y la supermanzana de Orriols, todos ellos en licitación. También ya licitados están los proyectos de la plaza de Santa Mónica, que transformará la entrada al barrio de Morvedre y permitirá obtener un espacio verde y peatonal al inicio de la calle Sagunto; el entorno del Mercado del Cabanyal, un nuevo ejemplo de impulso comercial; y la plaza de Favara, muy próxima a la subestación de Patraix, “que genererá un nuevo espacio peatonal tras años de reivindicaciones vecinales”, en palabras de Sandra Gómez.
Finalmente, el programa de actuaciones incluye la recuperación de la plaza del Sainetero Arniches, que ya está en ejecución, y que creará una conexión a pie y ajardinada con el municipio de Mislata.
“Pretendemos que, de forma progresiva, todos los barrios dispongan al menos de un espacio público que sea representativo y forme parte de la identidad de cada barrio”, ha afirmado Sandra Gómez. “Las actuaciones en las plazas emblemáticas del centro histórico deberían haber sido una realidad hace años, en la línea de las grandes ciudades europeas”, ha asegurado la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo, “por eso hemos tenido que ponernos a trabajar con premura, pero la verdadera transformación de este proyecto viene de su plasmación en los barrios”.
Los objetivos de la iniciativa buscan mejorar la calidad ambiental, reduciendo la incidencia del tráfico y por tanto la contaminación atmosférica y acústica, e incorporando vegetación y soluciones de diseño basadas en la naturaleza; dinamizar la actividad económica y social de los barrios, facilitando la mezcla de usos y actividad en el espacio público, así como el tránsito de personas que favorece la actividad comercial; fomentar y facilitar una movilidad activa y saludable, facilitando los desplazamientos cotidianos a pie o en medios de transporte sostenibles; y generar espacios inclusivos, amables con la infancia, o con las personas mayores, accesibles para facilitar su uso por todas las personas, y diseñados además desde la perspectiva de género. “Espacios, por tanto, seguros, que cuidan y facilitan la vida cotidiana”, ha afirmado la vicealcaldesa y concejala.
Gómez ha concluido su intervención, explicando que “en estos momentos la ejecución prevista en los próximos tres años supone una inversión mayor que la realizada en los últimos siete años, con un mayor número de proyectos, y una superficie tres veces mayor que la urbanizada hasta ahora”.
De hecho, aunque 2021 destaca en inversión fundamentalmente por la ejecución de las obras de las plazas del Mercado, de Brujas y de la Reina, tres proyectos de gran presupuesto, la mayor inversión y ejecución de proyectos, hasta un total de 16, está previsto para 2023, con una inversión record de casi 24,5 millones de euros”, ha añadido.
Una estrategia abierta
València Ciutat de Places es “una estrategia abierta y en continuo crecimiento, a la que iremos incorporando nuevos proyectos”, ha explicado Sandra Gómez. Por ejemplo, se incorporarán algunos de los que surjan de la nueva edición de presupuestos participativos que acaba de cerrar votaciones, y en las que la ciudadanía ha propuesto hasta 12 actuaciones en plazas y nuevas peatonalizaciones, 7 posibles supermanzanas, o 9 entornos escolares seguros.
Podemos decir con esto, en base al éxito de los proyectos ya realizados, y al número de peticiones ciudadanas que tienen que ver con este tipo de actuaciones que hay un gran interés de la ciudadanía por mejorar el entorno urbano, y una buena aceptación y acogida de las inversiones y proyectos que se han llevado a cabo desde la delegación de urbanismo en los últimos años.
El balance del programa ha estado precedido por la presentación del logotipo elaborado por la agencia Trumbo, que han presentado los diseñadores Juan Poveda y Xavi Sempere. Ambos han subrayado la importancia de disponer de una imagen identificatoria, que supone “un ejercicio táctico de identidad”, y han explicado que su diseño se ha inspirado en algunas de las palabras clave del proyecto, como “reencuentro, humanismo, ecología o sostenibilidad”.
El logotipo presenta las letras VCP, València Ciutat de Places, con un cromatismo en verde y anaranjado, que simbolizan respectivamente la sostenibilidad y el humanismo. La imagen está dotada de movilidad y adaptabilidad “para hacerla cercana a la ciudadanía, y al mismo tiempo, al lenguaje de la arquitectura”, han explicado sus autores.