A raíz del derrumbamiento del
Palau de la Música nos preguntamos si la
arquitectura de la ciudad de València aguantará mucho más. Pese a querer ocultar durante muchos gobiernos que algunos edificios pagados por todos los habitantes de la ciudad se
caen a pedazos, al final, todo acaba saliendo a la luz. Eso hace que recordemos los años en que el mítico arquitecto
Santiago Calatrava -arquitecto predilecto en todos los gobiernos populares de València- no cesaba en construir grandes obras que, a priori, parecían maravillas arquitectónicas.Calatrava, mundialmente conocido, no se libra
de las críticas -ni tampoco de las alabanzas- y controversias que giran en torno a sus obras, ya que muchas de ellas no cumplieron con las expectativas pactadas. Los
elevados presupuestos y los altos costes de mantenimiento de sus obras son los principales motivos que siempre han levantado ampollas en torno a la figura del arquitecto y de sus edificios. Hagamos un repaso por sus mundialmente conocidas 'controversias arquitectónicas', empezando por València y terminando por distintas ciudades de todo el globo.
PALACIO DE LAS ARTES REINA SOFÍA
Esta colosal construcción, con cuatro grandes salas que albergan espectáculos relacionados con la música y las artes escénicas, costó en el año de su inauguración, el 2005,
500 millones de euros. En 2014, 'una pequeña parte' del revestimiento cerámico -el trencadís- de la arquitectura
empezó a desprenderse. A finales de ese mismo año, se tuvo que desmontar toda la cubierta del edificio para reponer la pequeña parte desprendida del trencadís, ya que era la única forma de solucionar el problema. Esta restauración costó casi
3 millones de euros -sin suponer ningún coste para las arcas públicas-, más todas las obras ocasionales que tuvieron que realizarse posteriormente.
El Palacio Reina Sofia mientras su restauración en 2014
EL ÁGORA
Dentro de
la Ciudad de las Artes y las Ciencias, encontramos también otra controvertida obra de Calatrava:
el Ágora. Esta plaza cubierta en la que se celebraron conciertos y eventos deportivos, y en la que se espera celebrar, a partir del 2020,
el CaixaForum València, empezó a presentar
goteras a principios del 2016. Con un coste de
95 millones, esta obra fue
inutilizada durante unos cuantos años por inundaciones.Pese a toda la controversia que se generó en torno a esta obra arquitectónica y la tardanza de su restauración, desde el
gabinete de comunicación de Santiago Calatrava nos explican que "este edificio comenzó a utilizarse cuando se encontraba sin terminar y
en contra de la recomendación del arquitecto; para poder utilizarlo hubo de incorporar elementos provisionales que se mantuvieron más allá del tiempo recomendado debido a que no se retomaron las obras".
El Ágora durante su restauración
PUENTE DE LA CONSTITUCIÓN (VENECIA)
Nos vamos de nuestra ciudad para viajar a
Venecia. En esta urbe italiana, conocida en todo el mundo por estar parcialmente inundada, Calatrava construyó un puente hecho casi todo de cristal. La compañía constructora interpuso una denuncia contra la Ciudad de Venecia, exigiendo el pago de una cantidad debido a los retrasos e incrementos presupuestarios, que inflaron el coste de la obra hasta los 463.000 euros, el doble del presupuesto acordado. Finalmente, en este juicio, se eximió al arquitecto valenciano.El fiscal definió el puente como “un daño duradero” para Venecia, ya que el Gobierno tuvo que hacer frente a
algunas denuncias, interpuestas por los viandantes que sufrieron resbalones y caídas por sus escaleras. El gabinete de Calatrava defiende al arquitecto aseverando que "según un informe policial, los incidentes de resbalones o caídas registrados en el entorno del puente en días de lluvia o de alta humedad, no son ni más ni menos numerosos que en cualquier otro punto de la ciudad de Venecia en esos días en los que los suelos están más resbaladizos".
PUENTE DEL ALAMILLO (SEVILLA)
Volvemos a España y, además, viajamos en el tiempo a 1992. Ese mismo año, con motivo de la Exposición Universal celebrada en
Sevilla, Calatrava construyó
el Puente del Alamillo en el río Guadalquivir, una construcción muy criticada por los habitantes de la capital andaluza. El diseño consigue su estabilidad gracias a una
gran cantidad de hormigón bajo tierra, hecho que
disparató el presupuesto , por lo que no se pudo construir la obra completa. El primer proyecto contaba con dos puentes iguales, mirando cada uno en su dirección opuesta. Sin embargo, el presupuesto no concebía el par, por lo que
solo pudo erigirse uno.Sin embargo, aunque la obra fuese muy criticada en su día, a lo largo de los años
ha llegado a recibir elogios de expertos como el profesor de Harvard, Spiro Pollalis: "Sin dejar de reconocer las enormes virtudes de su diseño, su ejecución llevó la ingeniería y las técnicas constructivas hasta fronteras inalcanzables anteriormente".
OBELISCO DE LA CAJA (MADRID)
Terminamos con la capital de España. Con motivo del 300.º aniversario de su fundación,
Caja Madrid encargó al arquitecto el diseño de un monumento que sería donado a la ciudad de Madrid. Este sería un obelisco de
92 metros de altura y 572 toneladas de peso, revestido de
pan de oro. El alto coste de mantenimiento del monumento es de
300.000 euros al año.En 2014, el grupo parlamentario de Izquierda Unida (IU), se afirmó que "fue
un regalo envenenado" y reclamó su retirada si Bankia no asumía los costes de mantenimiento del monumento, los cuales IU consideraba "excesivos" para las arcas públicas. Además, en 2018, la plataforma Decide Madrid también quiso reclamar la retirada de la obra, ya que, según ellos, ejerce una "
fuerte contaminación lumínica".