“Muchas personas nos acusan de confusas e indecisas, de no reconocer realmente una homosexualidad con la que no nos identificamos, sin escuchar nuestras realidades”. Con estas palabras, Virginia Markland, del grupo de sensibilización de Lambda, colectivo LGTB+ por la diversidad sexual, de género y familiar, denuncia que la negación de la bisexualidad “es una de las principales causas de bifobia que, además, puede tener consecuencias como el rechazo de una solicitud de protección internacional presentada por una persona refugiada y bisexual”.
Por eso, y con motivo del Día de la Visibilidad Bisexual, que se conmemora el 23 de septiembre, Lambda ha organizado una serie de actos, abiertos al público, para concienciar de la realidad de las personas bisexuales. Así, a las 16:00 horas, en la sede de Lambda, tendrá lugar una sesión de club de lectura de la asociación Araen Valencia en la que se trabajará el libro ‘Resistencia bisexual’ de Elisa Coll. Además, el mismo sábado, a las 18:30 horas, en el mismo espacio, cinco personas autodefinidas como bisexuales compartirán sus experiencias en una mesa coloquio titulada ‘Voces inBisibles’.
Una campaña de visibilización y concienciación que se completará en las redes sociales para poner fin a la invisibilidad histórica que recae sobre los hombres bisexuales, “que pueden ser agentes de cambio en la construcción de las masculinidades”.
Los ataques más comunes
Con el objetivo de mostrar a la sociedad los principales ataques sociales a los que se tienen que enfrentar las personas bisexuales, desde Lambda se ha querido poner el foco en las creencias que se suele tener hacia el colectivo. Así, como señala la activista Virginia Markland, “tenemos que evitar repetir que todas las personas son bisexuales porque es solo una de las múltiples orientaciones sexuales que existen, no la única, lo cual negaría el resto de opciones”.
En este sentido, explica que, además, en el caso de las mujeres se tiende a la hipersexualización, ya que “desde una visión machista, las mujeres somos un objeto de uso para la satisfacción de los hombres cis hetero. Por eso, todas las mujeres estamos expuestas a la cosificación y a la violencia que comporta, más todavía cuando se nos etiqueta de viciosas o infieles solo por la orientación de nuestro deseo”.
Por último, otro de los ataques más comunes es definir a una persona bisexual como heterosexual u homosexual según la pareja con la que mantengan una relación en ese momento. “Tenemos que aclarar una y otra vez que la atracción que sentimos por los diferentes géneros no tiene que ser necesariamente simultánea ni en igual proporción ni tener la misma intensidad”, concluye Markland.