La playa can de Pinedo ha ampliado la superficie en un 50 % y ha pasado de 6.000 m² a 9.000 m² ante el incremento de usuarios. El concejal de Playas, Calidad Acústica y del Aire, Giuseppe Grezzi, ha destacado que en 2019 se registraron 13.045 perros y en 2020, a pesar de las restricciones por la covid-19, la afluencia fue de 18.897, un 45 % más. El recinto, en el extremo septentrional de la playa, está abierto hasta el 30 de septiembre de 9 a 19 horas.En el primer día de funcionamiento, este martes, 110 perros han hecho uso de la playa can: 71, por la mañana, y 31, por la tarde. Este año el horario de apertura se ha avanzado media hora, de las 9 a las 19 horas, para ajustarlo a las peticiones de las personas usuarias. La zona canina se encuentra acotada del resto de la playa de Pinedo mediante postas en la arena y boyas en el mar. Dispone de un punto de atención, carteles informativos sobre las condiciones de la estancia (en valenciano, castellano e inglés), una pasarela, dos recipientes bebederos y dos mangueras para perros, además de un quiosco, hamacas, duchas y papeleras. El personal del área canina controla a las mascotas a la entrada del recinto mediante lectores de chip y proporcionan estacas para dejarlos atados y bolsas para recoger los excrementos de los animales.El concejal Giuseppe Grezzi ha recordado las normas de uso recogidas en la ordenanza municipal, "las ya conocidas sobre el control permanente de los perros". Los animales tienen que estar sujetos en todo momento en la zona señalizada y los perros potencialmente peligrosos deben llevar bozal. Las personas cuidadoras son responsables de cualquier daño provocado por el animal, tienen que evitar molestias al resto de usuarios y recoger los excrementos de los perros. Es necesario que lleven la documentación en regla (pasaporte veterinario y tarjeta de identificación).A causa de la situación sanitaria, se debe respetar la zona de seis metros desde la orilla hasta la zona habilitada y señalizada para su uso. El aforo está limitado a 600 personas para garantizar la distancia social y no se puede jugar con palas, pelotas o elementos similares en la orilla del mar.