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El Ayuntamiento de Valencia ya ha desvelado las conclusiones a las que se han llegado en el proceso de participación ciudadana de Pla del Remei – Ruzafa. Una intervención en materia de movilidad, que tenía como objetivo recopilar, durante tres meses, todas las propuestas vecinales para mejorar la zona. Así, después de las diferentes reuniones que se han llevado a cabo en el Colegio de Arquitectos, el CEAM de Jorge Juan, jornadas abiertas en el Mercado de Colón y reuniones sectoriales, anoche, se presentaron, en el Mercado de Colón, las diferentes actuaciones, que se impulsarán desde la Concejalía de Movilidad, encabezada por Giuseppe Grezzi.
Sin duda, una de las intervenciones más completas que se han propuesto es la peatonalización de uno de los ejes principales del barrio: la calle Cirilo Amorós. En este sentido, se ha apostado por realizar pruebas en tres tramos concretos para valorar si, más adelante, se podrá hacer esta actuación en toda la calle. De esta manera, el primer tramo se sitúa entre la calle Isabel la Católica y la calle Jorge Juan, que se transformará en una plaza para viandantes. Además, como no existen vados en este tramo, tan sólo se tendría que mantener el ‘acceso parada 15 minutos para vecinos autorizados y vehículos de emergencia’.
La segunda actuación se realizará en la calle Segorbe con Castellón, donde también se creará una plaza cerrada al tráfico y, por último, también se peatonalizará la Plaza América, que se convertirá en la puerta de acceso al barrio, y donde se propone limitar el espacio para el tráfico con el objetivo de recuperar la plaza para el viandante.
Sin embargo, las propuestas vecinales para el Pla del Remei – Ruzafa no acaban aquí. De esta manera, otra de las actuaciones más destacadas está relacionada con la reordenación del tráfico y el aparcamiento. En este sentido, los resultados de la consulta ciudadana han concluido que los vecinos apuestan, claramente, por una intervención en la Gran Vía para reducir la intensidad del tráfico, la limitación-control de velocidad, la mejora de los cruces transversales y la habilitación de carriles bici en ambos sentidos.
En cuanto al aparcamiento, los vecinos han expresado su deseo de que la zona azul y el estacionamiento libre pase a ser zona naranja para residentes, así como crear bandas flexibles para el uso de carga/descarga, paradas de vecinos, terrazas, policías, etc. Finalmente, la propuesta también incluye la incorporación de arbolado, más bancos y convertir los viales en ciclocalles con una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora.
Ante estas conclusiones, Grezzi mostró su satisfacción por los resultados, ya que aseguró que ‘el deseo compartido en todos los barrios es de disponer de unas calles más seguras y saludables’. Una línea que es en la que se lleva trabajando en nuestra ciudad desde la Concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia.