El barrio de San Marcelino de Valencia fue promovido en el año 1949, y fundado en 1954 por el aquel entonces arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea, con el objetivo de proporcionar viviendas dignas a personas sin hogar.
Y es que por aquellos años, muchas familias se veían obligadas a vivir en chabolas ubicadas a lo largo del cauce del rio Turia, desde Mislata hasta Nazaret aproximadamente. Ante aquella situación, el arzobispo Olaechea propició la creación de la Tómbola Valenciana de Caridad, con la finalidad de recaudar fondos para invertirlos en la construcción de grupos de viviendas. Fue entonces cuando no solo surgió el Barrio de San Marcelino, en honor a su nombre, sino que también se levantaron bloques de viviendas en diferentes zonas de la ciudad de Valencia, como el de Nuestra Señora de los Desamparados en Patraix o el de San Juan Bosco.
Este barrio obrero se fue llenando de numerosas familias, a la vez que iba creciendo entre los vecinos un sentimiento de pertenencia hacia su barrio. Así, finalmente, se fundó la Asociación de Vecinas y Vecinos de San Marcelino, una asociación que ha luchado durante muchos años para promover el progreso de infraestructuras en el barrio y que, además, ha conseguido con esfuerzo que este barrio sea el que es en la actualidad, pero sin perder su esencia.
Y como si de un pueblo se tratara, en el barrio de San Marcelino son muy populares sus fiestas. Pero no solo por el gran número de actividades que ofrecen, como talleres, conciertos, carreras populares o cenas al aire libre, sino porque sus fiestas tiene un objetivo común: “Fer barri”. Y ese sentimiento que albergan los vecinos de San Marcelino, es el mismo que trasladan a todo aquel que quiere acercarse para disfrutar con ellos de sus fiestas.
Con el esfuerzo y la solidaridad, que caracteriza a los vecinos de este barrio, consiguen, cada año, costearse unas fiestas por todo lo alto, pero también, han logrado con sus reivindicaciones urbanizar calles, un centro de salud, nuevo alumbrado, la apertura del polideportivo o el parque de la Rambleta junto con el centro cultural, que han dado a conocer este barrio al convertirse en puntos emblemáticos de Valencia.
Y es que no hay duda que tanto 'Espai Rambleta', que ofrece una gran variedad de propuestas culturales de calidad, como el Parque de la Rambleta, que recrea la singularidad de L'Horta Sud y permite disfrutar de la naturaleza en vivo en un entorno urbano, han abierto las puertas de este barrio a la ciudad de Valencia, y se han convertido en un referente de cultura y ocio otorgándole al barrio de San Marcelino el valor que merece.